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En esa fecha, la potencia instalada trepará hasta los 582 MW, equivalente al consumo de 600.000 hogares, casi dos millones de personas. Los aerogeneradores se conectarán directamente a la gigantesca fábrica de Aluar, una gran consumidora de energía.
El aluminio ingresa a nuestra vida de manera cotidiana a través de:
- los cubiertos y herramientas de cocina
- el envasado, especialmente de alimentos
- la construcción, debido a su naturaleza flexible y maleable que sirve para soportar todo tipo de estructuras
- el transporte, ya que todos los medios terrestres, marítimos y aéreos lo utilizan en algún grado
- los electrodomésticos como pavas, calentadores, refrigeradores, estufas, lavadoras, hornos o microondas
- componentes claves para computadoras porque es disipador del calor y enfría los componentes
- muebles e instalaciones de todo tipo: mesas de escritorio, puertas de departamentos y alacenas
- joyería y llaves de casas o autos
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¿La Patagonia recibirá grandes industrias?
Gracias a aerogeneradores como el Goldwind de 6 MW, ALUAR va a demostrar pronto que ya no harán falta tender extensas líneas de alta tensión para que las corporaciones fabriles se instalen junto a las costas de las zonas más australes.
Cuando la empresa, que hoy mantiene el monopolio del aluminio, se instaló en Chubut hace medio siglo, la idea parecía poco menos que descabellada debido a la enorme distancia que tiene Puerto Madryn con los grandes centros de consumo del país.
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Parque eólico Madryn. Foto: EPRE
La eficiencia que están logrando las modernas turbinas de viento van cambiando el paradigma productivo y es posible que pronto las costas de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y el Sur de la provincia de Buenos Aires adopten soluciones similares al modelo de ALUAR.
Aunar sostenibilidad y productividad económica ha sido siempre el sueño de emprendedores y ecologistas.
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