El entrenador José María Bianco se encuentra descansando en su casa de Avellaneda, luego de una larga y exitosa temporada en Gimnasia y Esgrima, disfrutando de su familia y de sus hijos, su debilidad.

El Chaucha tiene dos hijos: Alan Martín de 28 años, es contador público, y Luciano de 18 años, que está estudiando. "Estamos tratando de dedicarle todo el tiempo posible de las vacaciones a estar con los hijos, es bueno porque van creciendo y te vas perdiendo un montón de cosas, en este tiempo trato de estar junto a ellos", contó en diálogo con Ovación.

Te puede interesar: "No le fuimos a pedir la cabeza del DT al dirigente"

" Estamos disfrutando de la familia pero las vacaciones vienen con trabajo porque te llaman todo el tiempo ofreciendo jugadores y estamos pensando en el equipo, igualmente tratamos de descansar", contó Bianco.

"A mis hijos les gusta seguirme, ahora más de grande lo hacen más seguido que cuando eran más chicos", dijo.

Su familia ya está acostumbrada a tenerlo lejos de Buenos Aires por su largo recorrido dirigiendo en el Interior.

"Desde que me fui a Guaraní Antonio Franco en el 2012 (Misiones) ya son siete años consecutivos y no paré nunca. Estuve en Gimnasia y Tiro de Salta, en Agropecuario y ahora en Gimnasia.", enumeró y agregó: "No es común en un entrenador tenga procesos tan largos y que sean con éxitos o cumpliendo las expectativas".

"Yo al fútbol no jugué nunca más, lo que no abandoné fue el fútbol-tenis en los entrenamientos donde nos sirve de relajación" "Yo al fútbol no jugué nunca más, lo que no abandoné fue el fútbol-tenis en los entrenamientos donde nos sirve de relajación"

Dijo José María Bianco

"Los que tenemos esta profesión la disfrutamos, tenemos pasión y la hacemos con mucha dedicación. Yo cuando me pongo la camiseta de un equipo la defiendo a morir", confesó el DT blanquinegro.

Sobre las diferencias de ser futbolista y entrenador contó: "Era mucho más fácil ser jugador que director técnico. Ahora hay que estar pendiente en todos los detalles, en todas las situaciones que se pueden dar, hay que estar cerca de los jugadores y en el tema logística también".

"Cuando era jugador me bañaba, agarraba el bolso y me iba a mi casa y hasta el otro día te olvidabas de todo. Ahora como entrenador la responsabilidad es distinta". "Cuando era jugador me bañaba, agarraba el bolso y me iba a mi casa y hasta el otro día te olvidabas de todo. Ahora como entrenador la responsabilidad es distinta".

Cerró el Chaucha

Bianco, en su primera temporada en el Lobo, cumplió el objetivo de asegurar la permanencia en la Primera B Nacional y como yapa se metió en el Reducido donde fue eliminado por Almagro en los cuartos de final.