My Stealthy Freedom, un grupo que lucha contra las leyes machista en Irán, asegura que los censores de televisión se vieron sorprendido cuando comprobaron que la jueza de línea era una mujer y que vestía pantalones cortos.
Al final del choque uno de los comentaristas bromeó asegurando que esperaba que los aficionados hubieran disfrutado del "espectáculo geográfico" que les habían mostrado durante el partido.
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Desde 1979, cuando tuvo lugar la Revolución Islámica en Irán, rigen estrictos códigos de vestimenta para las mujeres. El hijab es obligatorio para las mujeres, que además deben usar ropa holgada. Si no lo hacen pueden ser consideradas como delincuentes y arrestarlas hasta por 60 días.
En 2019, luego de que la FIFA amenazara con suspender al país de la organización por sus políticas de género, se permitió que las mujeres ingresaran a los estadios de fútbol por primera vez en décadas para ver partidos en vivo.