de William, como la próxima "Princesa del Pueblo" británico. La historia de Middleton no es, sin embargo, la historia de un viaje de la pobreza a larealeza. La futura princesa procede de una familia acomodada de clase media del condado deBerkshire, al sur de Inglaterra. Ha asistido a colegios privados y recibido una educación elevada.De hecho, fue a la misma universidad que William, con quien compartió experiencias educativassimilares. Y no es la primera -ni será lá última- princesa -o príncipe- plebeyo en la historia recientede los matrimonios reales. BBC Mundo le invita a repasar los últimos casos.
Daniel Westling, el príncipe plebeyo Como corresponde a los tiempos modernos, en la actualidad no sólo hay princesas, sino tambiénpríncipes plebeyos.
Daniel Westling contrajo matrimonio con la heredera del trono de Suecia,Victoria, el pasado 19 de junio en la catedral de San Nicolás de Estocolmo. Westling era el
entrenador personal de la princesa. El enlace se produjo 7 años después de un largo noviazgo, luego de mucha especulación acercade si el cuento de la Cenicienta podría producirse a la inversa. Y en el anuncio oficial del casamiento, Westling mostró, como hacen las aspirantes aprincesa, el mismo nerviosismo y la tirantez ante los medios de las princesas principiantes.
Letizia, la princesa de España Al contrario de lo que le ocurrió a Westling, Letizia Ortiz sí que estaba acostumbrada a lascámaras. De hecho su trabajo consistía en enfrentarlas todos los días.
Pero el anuncio del matrimonio entre la periodista asturiana y el príncipe Felipe, para
entonces el soltero más codiciado de las monarquías europeas, pilló a todo el mundo por sorpresa. Los intentos frustrados de otras candidatas con ascendencia aristocrática, que se cree noconsiguieron el beneplácito de los monarcas, hacían presuponer que el enlace español uniría sangrereal. Sin embargo, Letizia se ha labrado su espacio dentro de la monarquía y sus aparicionespúblicas son seguidas muy de cerca por los españoles.
Mary Donaldson, princesa de Dinamarca La australiana tuvo que luchar muy duro para que su historia de hadas que comenzó bajo una
llama olímpica -conoció a Federico de Alemania en unos juegos olímpicos- pudiera hacerse realidad. La madre de Federico, Margarita de Dinamarca, tenía grandes reticencias al casamiento y tratode evitar que se produjese hasta el último momento. Pero la hija de un profesor de matemáticas se casó con su príncipe en la Catedral deCopenhague en mayo de 2004.
Máxima de Holanda La simpática argentina, apreciada en Holanda por su extrema calidez, tuvo problemas en este
caso con el pasado de su padre, vinculado a la dictadura militar Argentina (1976 - 1983). De hecho, al padre se le prohibió la entrada a Holanda y no pudo asistir al enlace. Sin embargo, una vez pasado este trance, el matrimonio vive una época feliz y es altamentevalorado por el pueblo holandés.
Mette Merit, princesa de Noruega La actual princesa de Noruega fue, en muchos sentidos, la más revolucionaria. Supasado tormentoso y el hijo que arrastraba de un matrimonio anterior no la convertía en la
candidata con el mejor perfil a reina. El principe Haakon tuvo que luchar a capa y espada, como hacen los príncipes, para defenderla partida ante sus padres. Y ganó. Hoy son una familia feliz.
María Teresa Mestre, princesa de Luxemburgo De La Habana, Cuba, a ser princesa de un principado europeo. María Teresa de Luxemburgo naciócon el nombre más común de María Teresa Mestre Batista-Falla en la capital cubana y pertenecía a laalta sociedad habanera antes de la revolución. El 14 de febrero de 1981 se casó con el Gran Duque Enrique, que por entonces era el GranDuque Heredero. Ahora es la Gran Duquesa de Luxemburgo y la pareja tiene cuatro hijos. El Gran Duque Enrique de Luxemburgo es el actual monarca del Gran Ducado de Luxemburgo, unapequeña nación centroeuropea.