En el Congreso, Humala recibió los atributos del mando de manos del presidente de ese cuerpo, el oficialista Daniel Abugattás. Para la ocasión, la presidenta argentina, Cristina Fernández, viajó a Perú, como la mayoría de los mandatarios de la región.
En su discurso, el flamante presidente peruano expresó: "El incremento desmedidos de los conflictos nos demuestran día a día que es urgente reparar las injusticias e instalar el diálogo en nuestra sociedad", declaró.
Humala afirmó que "la diversidad constituye nuestra mayor riqueza, sin embargo durante mucho tiempo ha existido una práctica de la exclusión que cobijó la intolerancia".
“Vivimos en un Estado alejado de sus ciudadanos incapaz de protegerlos. Ahora necesitamos más Estado, más patria y que la corrupción sea sancionada”, sentenció el mandatario. “La democracia expresó en las urnas un mandato que debe ser honrado. Hay que recuperar un sistema de valores éticos inherente a la Rúpblica. Pero no será tarea fácil, porque implica enfrentar y superar nuestros problemas,. La realidad exige transformaciones para que la igualdad y un desarrollo que nos incluya a todos sea un acto civilizatorio y un compromiso colectivo”, aseguró. Y agregó: “Necesitamos un nuevo contrato social”, afirmó.
Tras su primera presidencia, García dejaba el país sumido en una profunda crisis económica con hiperinflación de cuatro dígitos, generada por una serie de medidas populistas y por su decisión de enemistarse con los organismos financieros multilaterales al declarar la moratoria de la deuda externa.
En 2011, García deja una economía vigorosa, con un crecimiento de 7% en promedio anual, inflación menor al 3%, y reservas internacionales por más de 47.000 millones de dólares.
Sin embargo, en las últimas semanas arreciaron las críticas de sus oponentes que le acusaron de haber gobernado sin sensibilidad social.
El miércoles en la noche, García dirigió su último mensaje al país, trasmitido por televisión, en el hizo un breve balance de su mandato y agradeció a los peruanos por haber hecho posible un crecimiento de la economía peruana sin precedentes en los cinco años de su gestión.
Además afirmó que "nunca dejé de tener afecto por los más humildes", y pidió perdón a quienes pudieron haberse sentido ofendidos "por mis palabras o mis hechos".
Es tradición en los cambios de mando en Perú, que el presidente que deja el gobierno acude al Congreso, donde entrega la banda presidencial, y pronuncia un discurso de despedida poco antes que su sucesor sea investido como nuevo mandatario.
FUENTES: AP e Infobae.com