"El desarmadero sigue siendo un negocio imbatible. Hay que pensar que si un auto cuesta $300.000, el del desarmadero le paga al ladrón que lo trae entre $100.000 y $150.000 y él le saca más del doble vendiéndolo por repuestos", cuenta un policía que trabaja en la división Sustracción de Automotores, confirmando la vitalidad de esta industria del robo de autos en Mendoza, que tiene un aceitado engranaje y que promete actualizarse a la par de la tecnología antirrobo. La experiencia de esos especialistas remarca que la modalidad de este delito ha mutado y se volvió más violenta. Cada vez son menos los autos robados cuando están estacionados en la calle y sí aumentaron aquellos que los delincuentes obtienen asaltando a sus dueños o sorprendiéndolos cuando entran o salen de sus viviendas. En este escenario, la inseguridad reinante obliga a una mayor protección para el vehículo. Hoy para intentar sortear el robo hay que hacer una inversión inicial de $7.050. Eso incluirá un blindaje de vidrios con el novedoso sistema Steel Glass, que los recubre y los convierte en infranqueables, con multicapas de poliéster. Este sistema estadounidense ofrece varios niveles de protección, de los cuales el más liviano tiene un costo que comienza en los $2.500 (con una garantía de reposición de 5 años) y un recubrimiento superior que es antibala."El sistema se aplica sobre los cristales que tenga el vehículo, respetando incluso si es polarizado. Es un tratamiento que se realiza con láminas de seguridad de hasta 400 micrones y 14 multicapas de poliéster que lo protege de todo impacto. Aun cuando el delincuente golpee insistentemente con una barreta de metal contra el vidrio este se puede terminar trizando por afuera, pero no logrará atravesarlo, ni entrar al habitáculo por lo que a el o los ocupantes no los afectará", explicó Gustavo Flores, director ejecutivo de Steel Glass by Yacopini, que está disponible en la provincia desde marzo en calle San Martín Sur de Godoy Cruz. Si bien el sistema aún es nuevo en la provincia, desde la empresa aseguraron estar sorprendidos por la cantidad de demanda, sobre todo de quienes suelen atravesar a diario los distintos accesos a la ciudad. "Uno de los clientes vino sorprendido porque en el Acceso Este le habían tirado una piedra contra el parabrisas y si bien se asustó con el impacto, afortunadamente no fue más que eso", recordó Flores. El blindaje pesado, que obviamente tiene otro costo, resiste hasta un disparo de un arma calibre 9 o 44 milímetros. Monitoreo y control con celularLa primera prevención que solemos tomar los mendocinos, que es contratar un seguro contra robo total y parcial para nuestros autos, que hoy cuesta unos $600, o sumarle una alarma con protección volumétrica dentro del habitáculo, que en el mercado ronda los $2.000 (incluyendo los $400 de la instalación), ya es una opción casi obsoleta. Si bien ante el robo la aseguradora debe pagar el costo del vehículo, sucede que en varios casos el auto aparece semidesmantelado y eso atrasa todo cobro, además de provocar el contratiempo de pasar varios días sin la movilidad. Por eso, obligados por esta ola de robos que según las mismas aseguradoras ubica a Mendoza en el tercer puesto nacional, cada vez son más los que se vuelcan al monitoreo satelital o con GPS para su vehículo. Este control se realiza a través de un sistema de geolocalización que se monitorea desde una computadora o con una aplicación para el celular. Desde esos dispositivos se podrá configurar la velocidad y la zona segura en la que debiera moverse el vehículo. Si algo de eso se altera el sistema le envía un mensaje al celular de quien lo contrate informando los cambios. De ser robado, utilizando una triangulación de antenas nacionales, se indicará la ubicación del vehículo. En el mercado local la instalación de este sistema ronda los $480 y se paga un abono mensual de $437. Otra opción es contratar un sistema sólo de recupero del rodado, que supone la instalación de sensores que están inactivos hasta que, de ser sustraído y tras la denuncia policial, la empresa activa el sistema y ubica el vehículo. En este caso la instalación ronda los $400 y se paga un abono bimestral de unos $1.750.Otro de los flagelos que suelen enfrentar los automovilistas es el constante robo de cubiertas. Un freno para este delito son las tuercas antirrobo, que tienen una rosca específica que sale sólo con la llave que acompaña el juego. El kit hoy ronda los $380 en el mercado local.
El monto incluye un innovador sistema para blindar los vidrios que soporta cualquier impacto, el seguro, un sistema de monitoreo satelital y el kit de tuercas antirrobo de ruedas