"Lo relevante de estos casos testigos es que se trata de dos internos que conjuntamente conun grupo reducido de la población penal representan el subproducto social delictivo de mayorgravedad y peligrosidad de los últimos años, es decir, no hay infractores penales más complejos queestos en Mendoza. Sin embargo, el sistema de reeducación progresiva, conjuntamente con losprogramas de individualización científica del tratamiento penitenciario, viene dando resultadosnotorios y prolíficos", agregó el abogado. Además, el director especificó que "actualmente funcionan en el ámbito penitenciario localvarios programas sistemáticos que apuntan a dos objetivos centrales: mejorar las condiciones deacceso a la vida libre y disminuir los índices de violencia durante el encierro", dijo Mangiafico. Y párrafo seguido especificó que más de la mitad de los internos, por acuerdo deconvivencia, no son encerrados en las celdas durante la noche. Tienen régimen amplio de visitas.Sobre 2.730 internos, el 80 por ciento se encuentra incorporado a alguna actividad educativa, detrabajo o de capacitación para el trabajo. El 100 por ciento de los internos tiene garantizada unaconsulta médica periódica, con más un seguimiento horizontal de patologías ya detectadas ytratadas. En lo que va del año, no han surgido muertes por hechos violentos en los penalesmendocinos.