Aunque el mercado de la compra y venta de bodegas se mueve con estricta discreción, el año pasado se conocieron dos grandes operaciones en materia bodeguera que se terminaron de cerrar a principios de año.
Una fue la compra que hizo el grupo Peñaflor de la bodega Navarro Correas, que pertenecía a la firma británica Diageo. El acuerdo incluyó la distribución de otras bebidas de Diageo como Johnnie Walker, Smirnoff, J&B, Captain Morgan. Peñaflor es uno de los 10 mayores productores de vino del mundo.
El otro negocio que también se concretó este año fue el de Molinos. La firma alimentaria de la familia Pérez Companc compró Ruca Malen por U$S8,8 millones y el 50% de Viña Cobos y se deshizo de otras unidades de negocio como las mayonesas y salchichas. También son dueños de la bodega Nieto Senetiner.