Una ONG de derechos humanos de ese país les pidió a los fieles que no asistan a las misas de Franco Revérberi, sobre quien pesa un pedido de extradición de la Justicia argentina

En Italia llaman a un boicot contra cura argentino acusado de torturas en San Rafael

Por UNO

La asociación Antigone, una ONG de derechos humanos de Italia, convocó a un boicot a las misas que oficie el cura Franco Revérberi en la parroquia de San Andrés Apóstol, en la comuna italiana de Enzano di Sorbolo, de apenas 300 habitantes, donde vive desde 2011. De acuerdo con lo que consignan distintos medios internacionales, lo que propuso en su manifiesto Patrizio Gonnella, presidente de Antigone, es una especie de manifestación para protestar contra la decisión de no extraditar al sacerdote ítalo-argentino, sobre el que pesa una orden de captura internacional.Revérberi fue capellán del Ejército. Hoy tiene 78 años y hay pendiente un pedido de extradición y detención sobre él por "imposición de tormentos" librado por la Justicia federal de San Rafael. Se lo acusa de presenciar sesiones de torturas en centros clandestinos de detención mendocinos. Italia ha rechazado extraditarlo porque ese país no tiene tipificada la tortura como delito, según Infobae, que informó sobre el boicot convocado por la ONG italiana a través de su sitio web el 26 de junio, Día Internacional contra la Tortura. "Sería bueno si los ciudadanos de Enzano Sorbolo se abstuvieran de ir a la misa dominical en la parroquia de San Andrés", sugirió Patrizio Gonnella, presidente de la organización Antigone, en declaraciones que que fueron hechas al diario italiano La Repubblica. Y aclaró que "no sabemos si don Franco Revérberi es culpable o no. No se sabe porque en su caso, como en todos los casos de tortura en Italia, no hay espacio judicial para esclarecer la verdad, por lo que la huelga de fieles podría ser una compensación simbólica a las víctimas de la tortura, ya que la compensación judicial no es posible". Por esa situación, Gonnella calificó a Italia como "un paraíso judicial para los torturadores"."Es la obligación del gobierno dar la cooperación judicial con otros países y el cumplimiento con las normas internacionales. El Senado, donde el proyecto de ley languidece, es negligente y culpable", dijo Gonella al matutino italiano La Repubblica, en referencia a un borrador de ley que discute el parlamento italiano para introducir el delito de tortura en el Código Penal, pero que aún no ha logrado consenso entre los partidos.El caso de Revérberi y el impedimento para extraditarlo ha recorrido más de un portal internacional. El diario El Mundo también se hizo eco de esta noticia en sus páginas."Hasta cuatro testimonios identificaron al sacerdote ítalo-argentino Franco Revérberi como el capellán del Ejército que asistía a las sesiones de tortura en los calabozos de la denominada Casa Departamental, en la localidad argentina de San Rafael, durante la dictadura de Jorge Videla. El 15 de noviembre de 2012, el juzgado federal de San Rafael ordenó la detención inmediata del cura por negarse a declarar ante el tribunal por su presunta implicación en las torturas, y solicitó a Italia su extradición a Argentina, ya que Revérberi vive ahora en un pueblito cerca de Parma", escribieron los españoles, y cuestionaron a la Justicia italiana."Aunque suene surrealista, el delito de tortura no existe en el código penal italiano, y el de lesiones ya prescribió. Los hechos que se imputan al sacerdote ocurrieron en 1976, y el delito de lesiones vencía a los 22 años y seis meses. Ahora ya es tarde para juzgarlo", añadió la publicación de España."Existe gran presión de los sindicatos policiales. Consideran que introducir el delito de tortura supone criminalizar a las fuerzas de seguridad", explica Gonnella, quien impulsa una campaña para que se reconozca a la tortura como delito.