Cristina Sonego, restauradora, contó a UNO: “Estamos en la parte de diagnóstico y documentación previa para la recuperación de las pinturas murales. En este momento estamos realizando estratigrafías y extracción de muestras para pruebas químicas”. La profesional acotó que a partir de los estudios que se han realizado observaron que detrás de las pinturas sobrepuestas en las paredes hay pinturas decorativas en acuarelas sobre la base que, estiman, es la original. Esto último deberá ser corroborado con análisis posteriores.
Especialistas estiman que será casi imposible individualizar al autor de las pinturas decorativas ya que en la época en la que fue construida -1912, “no había quién se dedicara específicamente a ese tipo de cosas. Había italianos o franceses itinerantes que venían a la provincia y hacían las intervenciones, o se traían artistas de Buenos Aires”, explicó el maestro Miguel Ángel Marchionni, quien forma parte del equipo de restauración.
El equipo de conservación está compuesto por licenciados en historia del arte, restauradores y asistentes. Bajo la coordinación de Cristina Sonego (restauradora) trabajan hace dos semanas los profesionales Cecilia Tello D`elía; Gabriella Tello D`Elía, Lucila Cairo Guerra, Gabriela Felipetta y Marcos Payueta. También interviene el equipo del maestro Miguel Ángel Marchionni: Franco Marchionni (doctor en arquitectura), Juan y Martín Vera.
ResistenteMás de 19 ambientes originales tiene la vivienda que supo habitar a principios de siglo XX el encontes cónsul general del Perú, Luis Stoppel. La superficie cubierta es de más de 700 m2, repartidos en dos plantas. En su estado original la casa contaba con un extenso jardín, prácticamente un parque, ya que el terreno se extendía hasta la calle próxima paralela a Emilio Civit: Julio Roca. Hoy hay en ese terreno una escuela y casas particulares.
La mansión fue construida por el italiano Víctor Barabino hace 102 años. Marchionni explicó que la vivienda goza de una “fuerte impronta artística. Hay un trabajo artesanal hasta en las rejas. Hay más de 10 paños de vitrales, todos diferentes. Estamos tratando de recuperar todo lo que podamos porque el valor patrimonial que tiene la obra original es superlativo y es nuestra lucha desde hace mucho tiempo de tratar de respetar materiales, técnicas…”.
Marchionni, quien se encargará de la recuperación y puesta en valor de la ornamentación interior o exterior de la casa (yeso, metal, vitrales), explicó que adentro de la vivienda lo ornamental da una impronta a cada habitación con motivos diferentes. “Esto tan ecléctico es una de las características de esta casa y eso forma parte -a lo mejor- de la forma de vida de los autores originales”, dijo el artista.
Deterioro y abandonoLa mansión que fue construida para Stoppel pasó por varias manos y, además, resistió usurpaciones y temblores. En 2002 fue declarada bien integrante del Patrimonio Cultural de la Provincia, durante años perteneció al municipio capitalino y en 2012 fue transferida a la Provincia.
“El estado general de la construcción es un tema bastante difícil porque vamos descubriendo nuevos problemas en la casa, lo cual es normal. Este es un bien maravilloso y espectacular que ha pasado por un período de deterioro bastante importante en una ciudad sísmica como Mendoza. Se ha mantenido, dentro del orden de la generalidad, en un estado aceptable”, opinó Marchionni.
FuturoLa casona se restaurará para que recupere su aspecto original y se utilizará como museo, donde albergará las obras del artista plástico Carlos Alonso. En el fondo del terreno habrá salas de exposición, separadas de la mansión. El plazo de ejecución de la obra es de 12 meses, por lo que esperan inaugurarla para la Fiesta Nacional de la Vendimia 2015. $23 millones destinará la Provincia a esta obra ejecutada por la Unión Transitoria de Empresas -UTE- que ganó la licitación (CA.P.Sa.C.C., Ss.S.R.L. y Sanco S.A.).
“Este proyecto ha tenido muchas idas y vueltas, pasaron muchos años y con mucho trabajo se logró poner en marcha la restauración. Desde el punto de vista de la obra pública en sí, es una satisfacción concretar esto tan anhelado. Desde el punto de vista cultural, será un nuevo museo y tendremos allí obras de Alonso, lo cual me da alegría y satifacción”, aseguró Gerardo Vaquer, subsecretario de Obras Públicas de la provincia.
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La mansión pasó décadas de abandono. Estuvo usurpada. El terreno se extendía hasta la calle Julio Roca.
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700 metros cuadrados aproximadamente ocupa la mansión en el terreno de calle Emilio Civit 348 de Ciudad.
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El plazo de ejecución de la obra es de 12 meses, por lo que debería estar lista en marzo del año que viene.
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Miguel Ángel Marchionni restaurará las piezas ornamentales y los más de 10 paños de vitraux que adornan la casa, entre otras piezas.
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El yeso utilizado para la ornamentación no es el común sino uno especial para esculturas.
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La casa pasó por varias manos y en 2002 fue declarada Patrimonio Cultural de la Provincia. Estuvo bajo la órbita de la Ciudad durante años y en 2012 fue transferida a la Provincia.
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23 millones de pesos destinará la Provincia a la restauración y puesta en valor la casa, además de la construcción de un edificio anexo con salas de exposición al fondo del terreno.
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La ornamentación es diferente en cada sala, muy ecléctica. Esta es una vista desde planta baja, en el hall central.
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La mansión alberga un trabajo artesanal y artístico que se refleja hasta en el metal.
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Está en proceso un estudio de estratigrafía muraria. Consiste en descubrir cada capa de color de la pintura, desde la actual existente visible hasta la supuesta original, que en este caso parece ser la amarilla. Eso será confirmado con los resultados de los análisis químicos. Al parecer, en esta última capa hay también pinturas decorativas en acuarela.
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El yeso utilizado para la ornamentación no es el común sino uno especial para esculturas.
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A principios de abril comenzaron a tomar muestras para análisis químicos que aportarán información precisa sobre, por ejemplo, el color original de la pintura de los muros.
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Gabriela Tello Delía, Cecilia Tello Delía, Miguel Ángel Marchionni, Cristina Sonego y Lucila Cairo Guerra.