En el primer día de vigencia del plan de créditos hipotecarios anunciados por el Gobierno nacional, las sucursales locales aún no tenían las normativas de sus casas centrales y las consultas de los interesados fueron escasas.
En el banco Macro y en el Santander Río no tenían precisiones ni la letra chica a mano, y en los otros bancos que ofrecerán estas líneas, Hipotecario y Galicia, ante las consultas periodísticas derivaron a sus casas centrales para sondear detalles.
Completan el listado de los bancos anotados el Ciudad, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Banco Provincia (BAPRO), la entidad financiera de la provincia de Buenos Aires.
Ambas entidades tienen presencia en Mendoza: el BAPRO abrió una sucursal en calle Catamarca, el año pasado, y el Ciudad, en calle Colón.
Expectativas
Los análisis de los especialistas muestran que con la actual inflación, en el inicio de este plan, las cuotas serán más caras que un alquiler. La apuesta del Gobierno es que cuando la inflación se estabilice, las cuotas se podrán acomodar a valores similares a los que se pagan por un alquiler. Esa es la aspiración que expresó el Gobierno al conocerse el plan.
El panorama que se vio en la primera jornada en los bancos locales estaba dentro de lo previsible, porque las actuales condiciones, con la inflación alta y sueldos planchados, hacen que esta nueva línea hipotecaria no resulte accesible para las familias que aspiran a comprar una vivienda. En definitiva, hubo pocas consultas pero se espera que en los próximos meses pueda agilizarse la demanda.
De acuerdo con las simulaciones que difundió el Banco Central (BCRA) para solicitar un crédito de $1 millón, amortizado a 15 años, hay que tener un ingreso mínimo comprobable de $26.855 y se pagará una cuota inicial de $8.000.
Mientras, si se compara con las líneas actuales que ofrecen los bancos el ingreso mínimo que hay que mostrar es de $68.600 y la cuota que habría que pagar es de $20.500. Es decir, respecto a las condiciones actuales, la nuevas líneas hipotecarias tienen mejores condiciones.
De todas maneras, la clave es la inflación. El sistema está pensado en base a cuotas indexadas de acuerdo al Índice de Precios.
Cómo funciona el sistema
Se trata de un sistema de ahorro indexado para la compra de viviendas, cuyos instrumentos se denominarán en Unidades de Vivienda (UVI) y se ajustarán al ritmo de la inflación, mientras servirá tanto para préstamos como para depósitos. El crédito estará atado a la tasa de inflación, por lo tanta la deuda puede crecer con el correr de los meses. Este es el punto débil del plan.
"Lamentablemente la expectativa es mucha, pero el problema será ponerlo en práctica. Las cuotas estarán ligadas al CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia), que está actualizado según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), y el índice está atado al costo de la construcción. Es decir, en la medida en que la inflación suba, subirá la cuota", explicó a radio Nihuil Miguel Ángel Astorga, el presidente del Colegio Inmobiliario de Mendoza.
Según el Banco Central, la iniciativa apunta a cambiar radicalmente el acceso a la vivienda para las familias argentinas y a fomentar el desarrollo con equidad social, uno de los mandatos de la Carta Orgánica.
La diferencia con el crédito tradicional está en que este instrumento proyecta una tasa sobre el nivel esperado de inflación del orden de 5% anual, de modo tal que se aleja de los altos niveles que actualmente se manejan en el mercado. A diferencia de un préstamo bajo, el tradicional sistema francés de cuotas fijas, en el sistema propuesto las cuotas son variables.
Sin embargo, durante casi todo el plazo de pago serán más bajas, tanto nominalmente como en términos reales (las del francés, en términos reales, van bajando a medida que pasa el tiempo).
Concretamente, si la evolución de las UVI hace que la cuota se incremente por encima del 10% respecto de lo que habría ajustado según el Coeficiente de Evolución Salarial (CVS), entonces el banco tiene que darle al cliente la opción de prolongar el plazo.
En el arranque, los créditos se otorgarán a plazos de 15 o 20 años y a un interés real que se moverá entre el 4% y el 7%
"Las UVI constituyen una opción de ahorro protegida de la inflación, similar al de la compra de ladrillos, pero accesible a todas las familias, independientemente de su poder adquisitivo, a través de depósitos por plazos mínimos de 180 días", afirmaron desde el Central para explicar que sirven como opción de ahorro en lugar del plazo fijo convencional.