En 2017, Fonseca resultó herido en un centro de distribución cuando otro camión semirremolque chocó con el suyo. Después del incidente, los médicos le aconsejaron que evitara empujar, tirar o levantar objetos que pesaran más de 10 libras y que dejara de conducir vehículos comerciales.
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Walmart despidió injustamente a este empleado.
El empleado fue puesto en licencia médica y finalmente despedido después de que Walmart lo vigilara y descubriera que había conducido un vehículo personal. Aunque, el pedido médico hacía referencia a no conducir camiones y medios de transporte de la empresa. Pese a esto, fue desvinculado de inmediato.
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La causa fue a la justicia, donde los abogados del antiguo trabajador presentaron documentación que avalaba la inocencia de su defendido. En consecuencia, el jurado del condado de San Bernardino otorgó a Jesús Fonseca 25 millones de dólares en daños punitivos y 9,7 millones de dólares adicionales por futuras pérdidas no económicas, incluido el disfrute de la vida y el sufrimiento mental.
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Walmart debió pagar 35 millones de dólares.
Además, David M. de Rubertis, abogado que representa a Fonseca, reveló que la evidencia mostró que las acciones de Walmart eran parte de un plan más amplio, el cual consistía en obligar a los camioneros y choferes lesionados a regresar al trabajo prematuramente o despedirlos para reducir los costos de compensación.