Otro récord ocurrido en esta temporada de huracanes, que comenzó el pasado 1 de junio y termina el próximo sábado 30 de noviembre, fue el que marcó Beryl, el huracán de categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, y fue el que más temprano apareció en la temporada.
Formado a fines de junio, Beryl tocó tierra cerca de Matagorda en Texas, como un huracán de categoría 1 y la marejada ciclónica que trajo provocó inundaciones en ese estado y en Luisiana.
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Milton fue otro de los más destructivos
Otro que se hizo notar fue el huracán Milton, que el 9 de octubre tocó tierra en Siesta Key en Florida, y se erigió entre los más destructivos de este año. La característica de Milton fue que ocasionó “un brote de tornados que produjo 46 tornados”, destacó el NOAA.
Milton, que alcanzó tierra como un huracán de categoría 3, causó lluvias torrenciales e inundaciones de hasta 380 milímetros, además de una destructiva marejada ciclónica.
Otra excepcionalidad que tuvo Milton fue que tuvo una de las intensificaciones más rápidas de la temporada de huracanes, incrementó la potencia de sus vientos a 90 millas por hora en el lapso de 24 horas, entre el 6 y 7 de octubre.
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El huracán Milton fue uno de los más destructivos de la temporada de huracanes del océano Atlántico. Crédito: EFE.
Los meteorólogos de la NOAA habían advertido que esta sería una temporada de huracanes por encima del promedio. Lo que se cumplió al registrarse un total de 18 tormentas tropicales, de las cuales once se convirtieron en huracanes y cinco en huracanes mayores, es decir con vientos de 178 kilómetros por hora o más.
Una temporada promedio genera 14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres huracanes mayores, de acuerdo a la NOAA.