Terminator está de regreso. Pero no se trata de una vuelta más. Este jueves llegó a la cartelera de cine de Mendoza la esperada Terminator: destino oculto, la película que, por primera vez en 28 años, reúne al mítico director James Cameron (en el rol de productor) con las estrellas originales de la saga: Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger. Se trata de un verdadero tanque de acción y ciencia ficción que intenta recapturar la magia de los inicios de la franquicia.

La primera decisión de Cameron fue dejar en el olvido las tres últimas secuelas y plantar esta película como una continuación directa de Terminator 2: el juicio final (1991), que fue un éxito arrollador de taquilla y consiguió ganar cuatro Oscar. En declaraciones a la prensa, el director de Titanic y Avatar afirmó que al recuperar los derechos de la saga se trazó el objetivo de retomar el tono de Terminator (1984) y su secuela.

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"Destino oculto tiene la misma intensidad, la misma sensación de no andar con vueltas y de un terror abyecto", afirmó. "Supuestamente, la primera película tenía que espantarte hasta la médula ante la posibilidad de un futuro sombrío, pero también ver la supervivencia de una chica por la que terminamos por preocupamos. Esta película, al igual que las otras, lidia con la amenaza de una colisión humana contra una súper inteligencia artificial, que hoy es mucho menos ciencia ficción de lo que era en 1984 ó 1991", explicó.

Para esta suerte de relanzamiento de la franquicia, Cameron decidió quedarse en el rol de productor y guionista y convocar como director a Tim Miller, quien con su Deadpool (2016) propuso una mirada refrescante tanto del género de superhéroes como del de las películas de acción en general.

El principio rector de Miller a lo largo de todo el desarrollo y producción fue serle fiel a las premisas fundamentales de la "marca" de Terminator, pero también aportar su singular sensibilidad a la película. "Nunca pensé: Voy a hacer la película justo como la haría James Cameron", comentó. "Pero sabía, de ver sus filmes, que el secreto para hacer una gran película de Terminator es personaje, personaje y más personaje. Jim es particularmente bueno en detalles que te hacen sentir que estás viendo a gente real pasando por eventos extraordinarios", se explayó.

El futuro ya llegó

Destino oculto sigue dos décadas después de que Sarah Connor (Hamilton) y su hijo John evitaran el Juicio Final y cambiaran el futuro, aunque éste sigue siendo oscuro. Sarah pudo evitar que existiera la inteligencia artificial Skynet, que se rebelaría contra la humanidad, pero el destino parece, una vez más, inexorable.

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En este nuevo ciclo, los seres humanos crearán un sistema de defensa inteligente llamado Legion. Este sistema es tan avanzado que, como ocurrió con Skynet, también cobrará consciencia y decidirá que lo mejor es acabar con la vida en el planeta.

Cameron y Miller dudaban acerca de qué personaje llevaría la trama sobre sus hombros o de cómo insuflarle vida a una franquicia a todas luces agotada, pero sabían que querían mantener aquella estructura triádica que le trajo éxito, compuesta de una presa, un cazador y un protector. Finalmente se decantaron por sacar del mapa a John Connor (Edward Furlong en "Terminator 2") y, con una buena dosis de corrección política ajustada a los signos de la época, enfocaron la trama en una chica latina y un grupo de protagonistas mujeres de armas tomar.

Ahora es Dani Ramos (Natalia Reyes), una joven que vive una vida tranquila en México junto con su hermano Diego (Diego Boneta) y su padre, la que es el objetivo de un letal terminator proveniente del futuro. El Rev-9 (Gabriel Luna) es enviado para cazarla y matarla, y la supervivencia de Dani y el futuro de la resistencia de la humanidad frente a las máquinas dependerá de que sume sus fuerzas con las de dos guerreras: la entrada en años y siempre enojada Sarah Connor y Grace (Mackenzie Davis), una súper soldado mejorada cibernéticamente enviada para protegerla.

Entre explosiones y persecuciones en auto, helicóptero y hasta aviones, las tres buscarán la ayuda del último T-800 (Schwarzenegger), un exterminador que quedó atrapado en el pasado y que, ya sin misión, vivió las últimas décadas como un ser humano común y corriente.

Inteligencia artificial

El que Cameron se haya involucrado desde el principio fue esencial para el proyecto, según aseguró Miller, por su interés constante en la tecnología y en los personajes que creó tantos años atrás. "Conoce el material mejor que nadie y ha estado pensando en él durante muchos años. Incluso, a pesar de que nunca planeó hacer esta película, sus pensamientos acerca de la inteligencia artificial nunca dejaron de evolucionar, y nunca perdió su conexión con la historia", señaló.

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Ya enfocado en otros proyectos aún más grandilocuentes, como las cuatro secuelas de "Avatar", Cameron explicó que nunca dejaron de interesarle los temas que trabaja la saga. "A lo largo de los años he seguido consultando a gente que trabaja a la vanguardia del mundo de la inteligencia artificial", comentó el realizador, y añadió en tono paranoico: "Todos creen que habrá una inteligencia artificial igual o mayor a la mente humana. También dicen que no se va a convertir en Skynet, pero, ¿cómo lo sabemos?", se preguntó.

Miller, por su parte, adopta una perspectiva más optimista, y elige parafrasear una máxima de Arthur C. Clarke: "El futuro no sólo es más extraño de lo que imaginás, es más extraño de lo que pudieras imaginar". Y también agregó: "No creo que la agenda de la inteligencia artificial será matarnos. No sabemos en qué se va a convertir, pero será capaz de evolucionar más en un día de lo que lo hemos hecho nosotros en millones de años. Por el momento, elijo creer que serán mejores que nosotros", concluyó.