La numismática en España es una afición que ha crecido considerablemente en los últimos años, atrayendo tanto a coleccionistas apasionados como a inversores que buscan piezas únicas y de alto valor.
La numismática en España es una afición que ha crecido considerablemente en los últimos años, atrayendo tanto a coleccionistas apasionados como a inversores que buscan piezas únicas y de alto valor.
Entre las piezas más codiciadas por los coleccionistas en España se encuentran monedas como la de 5 pesetas de 1957, que recientemente ha alcanzado cifras impresionantes en el mercado.
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La moneda de 5 pesetas de 1957 es, sin duda, una de las piezas numismáticas más comentadas entre aficionados y coleccionistas. Lanzada durante el Franquismo, esta moneda se destaca por su confección en cuproníquel, con un peso de 5,75 gramos, un diámetro de 23 milímetros y un grosor de 1,5 milímetros.
El anverso de la moneda muestra la imagen del dictador Francisco Franco, mientras que el reverso presenta el escudo nacional junto al águila de San Juan. Diseñada por Mariano Benlliure Gil y grabada por Manuel Martín Jimeno y Teodoro Miciano Becerra, esta pieza es una verdadera joya para los numismáticos.
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La tirada de esta moneda fue masiva, lo que ha llevado a que muchos hogares españoles posean al menos un ejemplar. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad existente, la moneda de 5 pesetas de 1957 sigue despertando pasiones en la escena numismática desde su desmonetización en 1997. Esto se debe en gran parte a su historia y diseño únicos, así como a la posibilidad de encontrar ejemplares con errores de fabricación, que aumentan significativamente su valor.
La numismática en España sigue siendo una afición lucrativa y fascinante, con monedas y billetes que cuentan historias de épocas pasadas y ofrecen un vistazo al arte y la historia monetaria del país. Con valores que pueden alcanzar cifras tan impresionantes como 95.000 euros, no es de extrañar que cada vez más personas se sientan atraídas por esta apasionante actividad.