Los Andes, en disconformidad con la organización y con los organismos de Seguridad que dispusieron la no concurrencia de gente al estadio de Deportivo Morón, no se presentó a jugar el partido de Copa Argentina ante Tigre, equipo que cumplió con la formalidad y –seguramente- avanzará a los 16vos. de final de la Copa Argentina.
La entidad de Lomas de Zamora había preanunciado su postura en la tarde-noche del martes, cuando el Municipio de Lanús rechazó la posibilidad de que el cotejo se desarrolle dentro de su jurisdicción argumentando el “alto riesgo” que implicaba recibir parcialidades de ambos equipos en el estadio Néstor Díaz Pérez.
“Ante la imposibilidad de asistencia de los y las hinchas Milrayitas, Los Andes mantiene su postura expresada (el martes último) a las autoridades: nuestro club no irá donde no pueda ir su gente” exhibió el comunicado en las redes sociales.
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Por ello, el plantel milrayitas’, que dirige el entrenador Marcelo Franchini, practicó en el predio de Villa Albertina y luego los jugadores quedaron liberados, sin la obligación de juntarse para acudir al estadio Nuevo Francisco Urbano, donde a las 20 debía jugarse el encuentro.
El goleador de Los Andees, equipo que transita por los últimos lugares en el Apertura de la Primera B Metropolitana, Jonathan Morán, hizo una fuerte crítica respecto del comportamiento de sus colegas de Tigre.
“Los de Primera siempre tienen ventaja. En su momento tuvimos que suspender porque ellos (Tigre) estaba jugando la final de la Copa de la Liga. Ahora me da bronca e impotencia que Tigre no se solidarice con nosotros. Los partidos hay que ganarlos en la cancha”, afirmó el exjugador de Barracas Central.
“A nosotros nos cambiaron todo de un día para el otro. Primero nos dijeron que se había suspendido, después que se jugaba. Vamos a respetar la decisión del club de no jugar”, sostuvo Morán.
“A nosotros nos importa el torneo de la Primera B Metropolitana. A esta altura, la Copa Argentina no nos va ni nos viene”, aseveró el atacante.
El plantel de Tigre no se plegó a la medida y cumplió con la formalidad de acudir al estadio de Deportivo Morón, para firmar planilla ante el árbitro Lucas Comesaña.
De hecho, el director técnico Diego Martínez hasta eligió a los titulares que debían asumir el compromiso que no se realizó y que ya es una de las anécdotas más ridículas de la historia de la Copa Argentina.
El equipo saltó al campo de juego a esperar los 15 minutos reglamentarios y luego el árbitro Comesaña los mandó a los vestuarios y confeccionó el informe para que el Tribunal de Disciplina de AFA resuelva en consecuencia.
Un nuevo bochorno en el fútbol argentino tras el que seguramente Tigre avanzará de ronda y se medirá con Deportivo Madryn, que dejó en el camino a Huracán.