Dos trabajadores revisan un cable en un proyecto fotovoltaico flotante construido en Tailandia con el apoyo de la empresa de tecnología china Huawei. WANG TENG / XINHUA
Al referirse a la colaboración entre ambas partes durante casi tres décadas, la directora de la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC, por sus siglas en inglés) llamó a China “un socio histórico”.
“Su rol es indiscutible, muy destacado. Y con la asociación de larga data que tenemos con el país, hemos podido avanzar en proyectos globales clave”, señaló Dima Al-Khatib, directora de la UNOSSC.
El concepto de cooperación Sur-Sur consiste en que los países en desarrollo aprendan unos de otros, sostuvo. El volumen de comercio entre países en desarrollo ha aumentado considerablemente a lo largo de los años, alcanzando u$S5,3 billones en 2021, más elevado que aquel entre países en desarrollo y desarrollados, según la ONU.
China está clasificada como país en desarrollo, según el informe de la ONU “Situación y perspectivas de la económica mundial 2023” publicado en febrero, basado en datos recopilados por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Secretaría General de la ONU.
Su colaboración con la UNOSSC inició en 1996, indicó Al-Khatib, al presentar algunos programas e iniciativas emblemáticos clave entre China y la UNOSSC, que se estableció en 1974.
Un proyecto piloto creado en Costa de Marfil en 2021 “mostró la cadena de valor del arroz entre China y África” y “conectó instituciones de investigación, pequeños agricultores y sectores privados de ambas regiones”, señaló Al-Khatib.
China también está brindando capacitación y formación de habilidades para otros países en desarrollo, lo cual comenzó en marzo del año pasado a través de un curso sobre cooperación Sur-Sur y comercio electrónico transfronterizo para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible global, según Al-Khatib.
La pandemia de COVID-19 y la crisis económica mundial han creado una variedad de desafíos para los países en desarrollo, que incluyen problemas relacionados con la seguridad alimentaria, el comercio, los medios de subsistencia y la brecha digital.
“Existe la necesidad de abordar cuestiones clave como los problemas económicos, el alivio de la deuda, el respaldo a las micro y pequeñas empresas, el apoyo al empoderamiento económico de las mujeres y el trabajo con las ciudades en diferentes temas urbanos”, señaló Al-Khatib, enfatizando que la comunidad internacional necesita ver cómo abordar los desafíos a través de la cooperación Sur-Sur y diferentes asociaciones.
China ha sido el contribuyente clave y el principal socio del Fondo de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, que permite a la UNOSSC implementar muchos proyectos para los países en desarrollo.
Mientras tanto, la Iniciativa para el Desarrollo Global (GDI, según sus siglas en inglés), propuesta por China en septiembre de 2021, “ha estado haciendo un trabajo fenomenal”, señaló Al-Khatib. “Existe un sumo interés por parte de los Estados miembros y de nosotros como UNOSSC en establecer asociaciones y colaborar más con China en este ámbito”.
Sobre la base de la propia experiencia de progreso de China, la GDI tiene como objetivo “promover el desarrollo común y construir un futuro compartido”, indicó Zhang Jun, representante permanente de China ante la ONU, en una sesión informativa del Grupo de Amigos de la GDI en abril.
“China continuará desempeñando su papel como motor de la economía mundial. Seguirá compartiendo su experiencia de desarrollo con otros países y continuará brindando más bienes públicos a la comunidad internacional”, sostuvo Zhang.
En enero de 2022, se creó oficialmente el Grupo de Amigos de la GDI, y su membresía ahora llega a casi 70 países.
“Desde el enfoque de colaboración y la naturaleza de los proyectos que están siendo apoyados a través de la GDI, espero que haya muchos impactos positivos y mejores prácticas que puedan favorecer a los beneficiarios directos”, dijo Al-Khatib. La UNOSSC pronto se acercará a la GDI para buscar colaboración, agregó.
