Se debate Ley de Glaciares y Matrimonio entre personas del mismo sexo.

Pronóstico extendido: frío y calor el miércoles en el Congreso

Por UNO

El miércoles que viene los recintos de la Cámara de Senadores de la Nación y de la Cámara deDiputados de la Nación por momentos parecerán los montes de Santiago del Estero en pleno enero y

por momentos parecerán la parte más austral de Tierra del Fuego a fines de julio. Pasa que los

senadores reunidos en pleno tendrán en sus manos el proyecto que más contrafuegos ha generado en

materia de derechos civiles quizá después de la también fuerte discusión por la ley de divorcio en

1987: la modificación del Código Civil que permitiría a dos personas del mismo sexo contraer

matrimonio. Los diputados por su parte repasarán el viejo proyecto de Ley de Glaciares impulsado

por la ex diputada nacional y docente Marta Maffei.

Ambos debates serán con toda seguridad entretenidos y muy posiblemente apasionados. Esperemos

también que sean interesantes y ricos desde el punto de vista argumental. En ambos casos considero

también que sería positivo que ganaran los positivos o sea el 'sí'. Es necesario que se reconozcan

derechos que apuntan a igualar a cualquier ciudadano. En ambos casos se discute la igualdad si nos

ponemos a pensar. Iguales aquellos que sufren la contaminación de sus aguas y sus suelos en las

provincias dañadas con las mineras a cielo abierto que les toman y les contaminan litros y litros

de aguas por día. E igualdad para aquellos que quieren contraer matrimonio y que deciden 'correr

vista' en un acto civil de eso al Estado. El Estado, y en este caso el Parlamento, está para

garantizar derechos.

Espero ser sorprendido por la inteligencia de algún o algunos senadores no oficialistas que '

la rompan' con sus discursos y hagan aparecer lo que hace falta en esta discusión: mesura, razón y

criterio y se alejen de las visiones banales de aquellos que sostienen que esto sólo representaría

una victoria o una derrota kirchnerista. Como si esto no fuera en el fondo la discusión por incluir

al menos a cuatro millones de argentinos en un derecho simple. Y ojo, todos el mismo derecho. Como

sabemos, en este asunto, el patético estigma de lo sexual sobre lo homosexual de algunos sectores

radicalizados estará dando vueltas en todo momento con lo cual la temperatura del lugar de

discusión podría romper termómetros y superaría holgadamente los 45°.

En el caso de glaciares quiero manifestar mi solidaridad con la lucha incansable de un hombre

como Miguel Bonasso (colega periodista) que ha remontado casi en soledad una norma vital y

necesaria como es la Ley de Glaciares que protege de manera permanente la zona glaciar y

periglaciar de la Argentina obligando a que las mineras terminen con el uso de cianuro y químicos

destructivos. Cuando la defensa cerrada de algunos legisladores –paradójicamente ningún legislador

de provincias linderas a la Cordillera de los Andes por presiones políticas- nos lleve a darnos una

vuelta por esos magníficos bloques de hielo –que representan una de las máximas riquezas de agua

dulce del planeta y que tenemos el privilegio geográfico de poseer en el oeste del país- nos hará

un frío polar de unos 18° bajo cero. ¡Qué loco estará el clima en el Congreso el miércoles! Le

recomiendo que si se da una vuelta lleve bermudas y gamulán. Ambas pilchas le harán falta, créame.

Me despido no sin antes decir en síntesis algo que habrá quedado claro: Sí a la Ley de

Glaciares. Sí al Derecho al Matrimonio para todos los ciudadanos argentinos por igual.