Lo que ha descubierto la misión Gaia
Alrededor de la Vìa Láctea, las nubes son los ejemplos más brillantes y más grandes de galaxias satelitales enanas. Conocidas por la humanidad desde los albores de la historia, las Nubes de Magallanes han representado un enigma hasta la fecha. Gracias a las estrellas RR Lyrae pudieron trazar la extensión de la Gran Nube de Magallanes, descubriendo que esta poseía un "halo" de baja luminosidad difusa que se extendía hasta 20 grados desde su centro. En ausencia de una órbita, los investigadores encontraron algo asombroso: una corriente estelar.
Las corrientes de estrellas se forman cuando un satélite - una galaxia enana o un cúmulo de estrellas - comienza a sentir la fuerza de marea del cuerpo alrededor del cual orbita. Las mareas gravitacionales hacen que se creen pequeñas regiones donde la atracción gravitacional del satélite es equilibrada por la atracción del huésped, dejando cada estrella una huella luminosa que da pistas de la órbita.
"Las corrientes estelares alrededor de las nubes fueron predichas pero nunca observadas. Después de haber marcado las posiciones de la RR Lyrae en el cielo, nos sorprendió ver una estrecha estructura en forma de puente que conecta las dos nubes. Creemos que al menos en parte este puente está compuesto de estrellas despojadas de la nube pequeña por la grande", explica Vasily Belokurov, líder del estudio.
Los investigadores creen que este puente de estrellas ayudará a aclarar la historia de la interacción entre las nubes de Magallanes y nuestra galaxia.
"Muchas de las estrellas en el puente parecen haber sido extraídas de la Pequeña Nube de Magallanes en una interacción reciente, hace unos 200 millones de años, cuando las galaxias enanas pasaron relativamente cerca unas de otras", afirma Denis Erkal, coautor del trabajo.
Fuente: Muy interesante