¿Qué predijeron los mayas?
Los mayas establecían un magno ciclo de 5 cuentas largas de 5.125 años cada una. Un total de 25.625 años. Las cuentas indican, trasladando esa medición de tiempo a nuestro calendario gregoriano, que el 21-22 y 23 de diciembre de 2012 estaríamos finalizando la quinta cuenta larga (o Quinto Sol), con lo que terminaría el magno ciclo.. La temida destrucción del mundo nunca fue profetizada. Termina un ciclo e inmediatamente empieza otro.
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¿Cómo se originó la fascinación por las profecías? Fue cuando se descubrió en 1915 una enorme piedra tallada por los mayas que se calculó databa del año 669 de nuestra era (foto). Fue en el sureste de México, en el sitio arqueológico de Macuspana, Tabasco. Se denominó Monumento 6 de El Tortuguero y contiene uno de los seis trozos de la estela o piedra tallada. Los otros están repartidos entre México y Estados Unidos. En las estelas, los mayas marcaban fechas importantes en relación a sus cuantas largas. De la traducción de esas inscripciones se pudo traladar la fecha del fin del gran ciclo al nuestro calendario gregoriano, dando como resultado el 21 de diciembre de 2012. Hace unos 40 años algunos grupos místicos interpretaron el fin del gran ciclo como la profecía de una gran catástrofe.
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¿Qué dice la ciencia? Para los científicos, el 21 de diciembre será un día como cualquier otro desde el punto de vista astronómico ya que no está previsto nada fuera de lo común. De hecho, el gobierno de Estado Unidos publicó en una web oficial una desmentida para calmar los temores apocalípticos manifestados a través de miles de mails enviados a la Nasa.En Mendoza, la doctora en astronomía Beatriz García (foto) explicó que ese día no habrá ninguna alineación planetaria.
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¿Qué habrá en Mendoza? Tanto los grupos apocalípticos que hablan del fin del mundo como los místicos que consideran que comienza una nueva era, más espiritual, se concentraran en Uspallata. Los primeros se atrincheran allí para resistir una catástrofe y los segundos harán ceremonias rituales en el cerro Tunduqueral (foto) y en la laguna de Horcones para entrar en armonía espiritual con el universo.
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