Zona sur
El accidente ocurrió en San Rafael en la madrugada del domingo 10. Padres y hermanos de José Pagano viajan a diario para cuidarlo. Está en el hospital Schestakow. La humilde familia pide ayuda.  . 

Iba en un taxi al que chocaron y deberá estar 3 meses internado

Por UNO

Los accidentes de tránsito son moneda corriente en las calles del sur mendocino y si bien la pérdida de vidas humanas genera un sacudón en la conciencia colectiva que permite imaginar que algo puede cambiar, el instante es tan fugaz que al final todo sigue igual.

Dentro de los incidentes viales hay otro aspecto que jamás es tenido en consideración para intentar revertir la historia: el instante después de un accidente que no es otra cosa que los heridos que a diario terminan internados en los hospitales y muchos de ellos tendrán que llevar las secuelas a cuesta el resto de su vida.

José Pagano (24) es un joven alvearense que lo sufre. El domingo 10 de este mes viajó a San Rafael para pasar una noche de esparcimiento en compañía de amigos pero nunca imaginó que al final de la jornada terminaría recostado, no en su cama, sino en una del hospital Schestakov.

El taxi en que viajaba fue embestido por un conductor de 31 años al mando de una camioneta, que encima después se dio a la fuga, y las heridas que recibió lo mantendrán postrado en la habitación del nosocomio sanrafaelino al menos por los próximos tres meses.   

A raíz del violento impacto, José terminó con un pulmón perforado, tres costillas rotas y una fractura en la pierna derecha.

Para alegría de la familia, recientemente le retiraron el apoyo respiratorio mecánico y la evolución es satisfactoria pero esa es una parte del cuadro clínico, aún hay que ingresarlo al quirófano para operar la pierna rota.

El incidente vial no tuvo consecuencias físicas solamente, la vida familiar se vio tan turbada como sufrió la economía de la casa.

Los padres venden tortitas y golosinas caseras en un pequeño puesto que saben montar en la plaza Carlos María, en el corazón de Alvear. José es el mayor de seis hermanos y se las rebuscaba para colaborar con la economía familiar haciendo changas, llevando la bandeja de mozo en distintos restaurantes y café de la ciudad o trabajando al día en alguna finca.

 Pero a partir del domingo 10 a la madrugada, todo quedó de cabeza y si antes era difícil llegar a fin de mes, la situación ahora es mucho más complicada.

“Es un gasto muy grande el que tenemos que hacer, hay que viajar todos los días a San Rafael para estar con él y cuidarlo, también hay gastos cotidianos de toda clase al estar allá como comprar una botella de agua o un yogur para que tome”, dijo algo angustiada Marcela Galán, la mamá de José. 

Por estos días, Marcela pensó en una rifa de un lechón asado para juntar unos pesos extras pero más allá del sorteo, la mujer tiene muy en claro que “hay que seguir trabajando porque están los pasajes ida y vuelta a San Rafael pero también está la comida en la casa, los chicos que van a la escuela. Si tengo que pedir colaboración a la gente es que vengan a comprar al puesto en la plaza al lado del escenario. Este es un momento crítico y difícil pero nosotros somos gente de trabajo. Que nos ayuden a vender lo que tenemos”, finalizó Marcela.

Más de 1 año

José Pagano no la tiene fácil, lo inmediato es recuperarse del pulmón perforado pero además la fractura en la pierna lo mantendrá en reposo al menos por un año y demandará 18 meses de rehabilitación.

Por Gonzalo Villatoro [email protected]

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