El geólogo argentino Bernardo J. González Riga, de la Universidad Nacional de Cuyo, y sus colegas descubrieron en la provincia los restos del dinosaurio más grande del mundo. Tiene una longitud de 37,2 metros equivale a una tercera parte de una cancha de fútbol. Su peso se estima en 48 toneladas, igual que el de la ballena más grande.
El hallazgo fue en Malargüe en abril de 2015, pero recién fue difundido públicamente el 18 de enero de este año.
Los restos pertenecen a un dinosaurio todavía desconocido, que habitó hace unos 100 millones de años, 10 millones de años antes que otros representantes del tipo Titanosaurus, escribe la revista 'Scientific Reports'.
El dinosaurio primeramente fue catalogado entre los 'Notocolossus gonzalezparejasi', unos dinosaurios que habitaron el territorio de la Patagonia durante el periodo cretáceo, unos 86 millones de años atrás. Tenían un cuello muy largo que les permitía encontrar comida sobre la tierra y entre las cimas de árboles, mientras que una cola de longitud semejante los protegía de los enemigos. Sin embargo, los científicos creen que su hallazgo pertenece a otro tipo de dinosaurios, porque vivió mucho antes.
Ese descubrimiento es de gran importancia, porque aclara cómo esas criaturas gigantescas se movían por la tierra. Sus enormes vértebras, de unos 15 centímetros en el corte transversal, estaban llenas de aire. Así que los huesos eran fuertes pero ligeros, lo que permitía a los dinosaurios moverse con seguridad.
Fuente: Actualidad RT y Diario UNO de Mendoza