En una chacra rionegrina de Colonia La Alianza, nació un cordero con dos cabezas y tres orejas. La madre tuvo que ser sacrificada durante el parto y el pequeño animal murió cuatro días después.
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El dueño del lugar contó que tiene alrededor de 50 ovejas y que días atrás una de ellas comenzó a parir. Él notaba que el animal se tiraba al piso y levantaba de manera reiterada, como si estuviera sintiendo un gran dolor. "Siempre aparecen las dos patitas y el hocico, pero no pasaba nada y no sabíamos qué hacer. Pensamos que la cría estaba muerta o que eran mellizos, por lo que el trabajo era más difícil", detalló.
Le pidió ayuda a uno de sus empleados y entre los dos hicieron nacer al cordero que tenía cuello, dos cabezas y tres orejas. Las dos tenían ojos, boca, lengua y ambas balaban.
Lo primero que hicieron fue darle leche y lo pusieron al lado de una estufa para que pudiera pasar la noche. El hombre creyó que encontraría muerto al animal al día siguiente, pero no. "Por la mañana se escuchaba como balaba sin parar así que seguimos alimentándolo y dándole calor", detalló el hombre.
Con su esposa se pusieron en contacto con docentes del Hospital Escuela de Veterinaria de la Universidad de Río Negro quienes se llevaron al animal para analizarlo. Lamentablemente a los cuatro días murió.
