La justicia declaró culpable de intento de asesinato a Shaun May, un joven que hizo que su esposa Laura, de 34 años, se sentara en la cama y se vendara los ojos para darle "una sorpresa". Cuando ésta estuvo desprevenida, le clavó un cuchillo entre el cuello y el hombro.
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El cruento hecho sucedió en el domicilio de la pareja, en Tunbridge Wells, en Reino Unido.
Al ver las heridas que le había hecho a su mujer, la llevó al hospital.
Laura relató durante el juicio que Shaun realizó una cuenta atrás para darle un regalo, que ella creía que iba a ser un cachorro. La pareja llevaba casada 14 meses cuando sucedió el incidente y acababa de regresas de unos días de vacaciones.
La esposa de Shaun May aseguró que no habían vivido ningún episodio violento previo a este suceso. Ese día fueron a la cama después de cenar y, según relató el fiscal, "hubo cierta actividad sexual antes de que Shaun le dijera que tenía un regalo para ella y pedirle que cerrara los ojos. Ella lo hizo y él salió de la habitación".
Shaun regresó y comenzó a contar de diez a cero. Cuando llegó a los números más bajos fue añadiendo decimales a los números para tardar así más en finalizar la cuenta atrás. Laura, impaciente, le dijo 'vamos, Shaun' y fue entonces cuando la apuñaló.
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"Al principio pensó que era un cachorro que se aferraba a su piel, pero luego se dio cuenta de que sentía frío y sintió algo goteando por su espalda", relató el fiscal.
Shaun May, después de ver cómo estaba su mujer, se apuntó con el cuchillo en su propio estómago, prometiendo que iba a suicidarse pero desistió de la idea y llevó a Laura al hospital.
Durante el juicio, reveló que actuó de ese modo porque lo habían despedido del trabajo y no sabía cómo hacer para afrontar las deudas.
