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Una escena emotiva vista por pocos ojos. Al final del carrusel, en el palco oficial solamente quedaban la vicegobernadora Laura Montero, acompañada por las legisladoras Daniela García y Cecilia Páez. Por la calle pasaba la Federación Gaucha llevando a la Virgen de La Carrodilla.

A esa altura del sábado ya no quedaba ningún otro funcionario. La mayoría había marchado hacia la bodega Los Toneles al tradicional almuerzo vendimial. 

Fue en ese momento que uno de los gauchos se acercó a la vicegobernadora, quien le mostró su disgusto y su tristeza por haber desfilado al final. 

Montero lo escuchó y lo contuvo, cerrando el episodio con un abrazo que desmoronó al hombre y lo hizo llorar.

En el medio quedó la polémica del motivo por el cual desfilaron al final pero eso es otra historia.

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