vendimia solidaria

En la parroquia Santa Bernardita está la Mesa Tendida

Por UNO

Claudia Veloce [email protected]: página solidaria mendozaCuando lo único que creemos tener o lo único que nos pertenece es la calle, encontrar una mesa tendida y una mano amiga hace más liviano el camino.Es por esto que un grupo de laicos de la parroquia Santa Bernardita, en Guaymallén, crearon en el 2012, un grupo para ayudar a la gente que se encuentra en situación de calle. "Viviendo uno de esos inviernos muy crudos sentimos la necesidad junto al párroco Miguel, que se encontraba al frente de la pastoral en ese momento, de ayudar de alguna forma a la gente de Guaymallén y zonas aledañas que viven en la calle", comentó Andrea Cortez, coordinadora del grupo.A este proyecto lo denominaron Mesa Tendida y funciona desde entonces los días domingos al mediodía, en esta parroquia, del barrio Unimev. Ellos se encargan de ofrecer un plato de comida a la gente que vive en las calles y que se acerca al lugar. En sus inicios atendían a no más de 8 o 9 personas. Sin embargo de un tiempo a esta parte se ha ido incrementando la cantidad de concurrentes cada domingo. Por este motivo, "tuvimos que hacer un par de refacciones estructurales en la parroquia y ahora estamos por inaugurar el comedor. Allí, además de ofrecerles un plato de comida, las personas tienen la posibilidad de ir más temprano para que puedan asearse. Porque hemos habilitado tres duchas y nosotros les proveemos todo lo necesario (champú, maquinita de afeitar, jabón, etcétera) para poder hacerlo. Mientras ellos se higienizan, nosotros servimos el desayuno para luego, a las 13, ofrecerles el almuerzo", explicó Andrea. Mesa Tendida está conformado aproximadamente por 30 personas, que en forma continúa participan de esta tarea. Como se trata de una acción mancomunada, se han dividido en grupos para poder realizarla.Las actividades están dirigidas por el párroco actual, Fabián Vilches, y dos coordinadores: Andrea Cortez y Nicolás Villanueva, quienes trabajan para que la gente en situación de calle viva los domingos como en familia. Además están aquellos que colaboran con donaciones, como los comerciantes de la zona y la gente de la comunidad que siempre se suma, porque ven cada domingo cómo la gente se acerca para pasar un día diferente.Al comienzo el objetivo era poder darles el almuerzo y cubrir algunas necesidades físicas. "Hoy buscamos, además, compartir con ellos e ir resolviendo diversas situaciones que se presentan como la documentación, tramitar medicamentos o ayudarlos en lo que sea necesario", sostuvo la coordinadora.Les enseñan a cuidar los espacios, a que los sientan como propios; los escuchan y tratan de comprenderlos. Ellos, a cambio, colaboran con las tareas, poniendo la mesa, lavando los platos o abriendo sus corazones. Todos los que asisten a Mesa Tendida están muy agradecidos a la comunidad por lo que hacen. Están felices porque se sienten escuchados, tenidos en cuenta."Se trata de una tarea difícil, que al principio parece muy cansadora pero que es muy satisfactoria. Y la recompensa es saber que podemos hacer algo por el otro, tratar de entenderlo y comprender sus necesidades", concluyó Andrea.