El concepto del anciano pasivo y dedicado exclusivamente al cuidado de sus nietos es cada vez más obsoleto

Vejez saludable: la nueva tendencia para los adultos

Por UNO

En una de los relatos de El espejo de los otros, película de Marcos Carnevale, Norma Aleandro y Marilina Ross, dos mujeres de unos 70 años, culminan su historia con un beso apasionado como si fuesen una pareja de secundaria. En El curioso caso de Benjamin Button, de David Fincher, a medida que envejece, Brad Pitt se vuelve cada vez más joven. Y en Tomates verdes fritos, de Jon Avnet, Jessica Tandy interpreta una anciana llena de vida. El cine, al igual que la opinión de algunos especialistas, deja en claro que muchas veces la edad está más ligada a la actitud que a los años.

"¿Qué hago para mantenerme activa? Voy al club a nadar y a jugar al tenis; salgo a caminar; leo el diario todos los días; uso la computadora y la tablet; hago cursos de conversación de inglés y ahora voy a empezar un taller de historia argentina porque quiero tener clara la historia global", cuenta Nelly, de 84 años.

Irma Gioacchini (81) empuñó hace un año dos bastones de trekking y se convirtió en la mujer más longeva en llegar a la cima del Huayna Picchu, de 2.720 metros, en Perú.

Estos casos son sólo un ejemplo de que el anciano pasivo, hundido en la inactividad, es un concepto cada vez más obsoleto.

"Envejecimiento saludable es el paradigma actual", dice Aldo Sáez, director de Atención de Adultos Mayores, de la Subsecretaría de Desarrollo Social, desde donde tratan de evitar que la vida se "termine" con la jubilación.

Para lograr eso trabajan con centros de jubilados y municipios que ofrecen talleres artísticos y actividades físicas en los gimnasios departamentales.

"Es muy importante que el adulto mayor no se quede en su casa ocioso", afirma. Y explica que desde su área trabajan en varios ejes y uno de los principales son los Centros de Día, una suerte de "guardería" adonde los adultos mayores pueden pasar la jornada y evitar así el desarraigo familiar que implican los geriátricos.

El 14,3% de la población argentina son personas con más de 60 años y Mendoza no es la excepción: el 14,5% de su población son adultos mayores, según la psicóloga y gerontóloga Viviana Lasagni, encargada del área de la Tercera Edad en OSEP.

Lasagni estima que en la provincia hay alrededor de 400 centros de jubilados y sólo en Gran Mendoza unos 170.

De acuerdo con la 1ª Encuesta Nacional de Calidad de Vida que realizó el INDEC en 2012, en la que se entrevistó a 4.656 adultos mayores, el 80% creía que llevaba una vida sexual activa.

"Por eso mismo transitar la vejez no limita las posibilidades de amar y ser amado", infiere Lasagni.

Otra forma de mantenerse activo, para los que pueden, es viajar. Sobre el turismo para personas mayores, Marcos Arenas, empleado de una agencia, explicó que Mar del Plata y Villa Gesell son los lugares que más se venden en temporada alta; durante el año lo más significativo es Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Aunque también consumen Noroeste, Cataratas y La Patagonia, ya que a diferencia del público general que viaja en verano, los jubilados lo hacen todo el año.