Fernando G. [email protected]
Darío Sztajnszrajber presenta hoy en el teatro Universidad Desencajados, que combina filosofía y rock nacional
Darío Sztajnszrajber presenta hoy en el teatro Universidad Desencajados, que combina filosofía y rock nacional
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Este que escribe es Nietzsche: “Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos?” (La gaya ciencia, 1882). Y este que canta es Fito Páez: “Vientos amigos de Dios / carguen sus armas / aunque sea cárguenlas de ganas / y tírenle al cielo su amor” (DLG, Giros, 1985). La filosofía y la música se lanzan a hablar de esos grandestemas –han desvelado a los hombres desde que el mundo ha sido– en Desencajados, el espectáculo que el filósofo Darío Sztajnszrajber presenta hoy en Mendoza junto con una banda que toca clásicos del rock nacional.
Conocido por su tarea de difusión de la filosofía a través del premiado programa Mentira la verdad (Canal Encuentro), Sztajnszrajber se presenta hoy con Lucrecia Pinto (voz), Guillermo Martel (guitarra), Lucas Wilders (percusión) y Juan Finger en bajo para pasear en el teatro Universidad por textos de Platón, Nietzsche y Derrida y músicos como Charly García, Fito y Spinetta.
A pocas horas de dictar la conferencia que tenía prevista para ayer en Mendoza, el filósofo se dispuso a hablar con Escenario sobre esta propuesta y sobre el desafío de filosofar fuera del ámbito académico.
–¿Cómo surge esta combinación de filosofía y canciones de rock nacional?–Es una combinación rara, que pretende poner a conversar dos géneros muy distintos que persiguen un mismo propósito. Hay grandes temáticas existenciales que son abordadas por la literatura filosófica y por un repertorio basado en el rock nacional de los ’80, con los popes: Spinetta, Charly, León Gieco y Fito.
–¿Es un intento más por divulgar la filosofía?–No, a diferencia de mi programa Mentira la verdad aquí no hay una búsqueda pedagógica. Buscamos desestabilizar las ideas que ya tenemos y plantear perspectivas desacostumbradas. Lo que le pasa a la gente que ve Desencajados es que sale repleta de preguntas. Y la filosofía también es un arte.
–Al escuchar Barro tal vez y los versos puede pensar que Spinetta era platónico: “Si quiero me toco el alma / pues mi carne ya no es nada”. La carne es la apariencia y el alma la esencia. ¿Son esas las relaciones que marcás?–Lo interesante en la letra de Spinetta es que ese platonismo primero él lo corta con el verbo “tocar”. Si nos atenemos al planteo platónico, el alma es intocable. Pero Spinetta se toca el alma. Él le vuelve a dar carne al alma. ¡Y eso lo escribió a los 15 años!
–¿Cómo te ha ido en esto de divulgar la filosofía en TV?–Siempre hay críticas cuando sacás las disciplinas académicas y las llevás a otro lado. Que la filosofía se haga popular es visto como pérdida de rigor. Yo lo único que propongo desde mi programa es recuperar el sentido originario de la filosofía, que es que la pregunta es algo que se hace cualquiera. La verdad uno puede estudiar filosofía en la universidad con ciertas reglas y divulgación con otras reglas. No hay por qué confundir los dos enfoques.
Desencajados: filosofía + música