Creencias populares

El fin de los mitos con los que nos asustaban las abuelas

Por UNO

Los avances en la tecnología aplicada a las distintas ramas de la ciencia, han venido a terminar con muchos mitos que se transmitieron de generación en generación, y que se repiten como un mantra cada vez que se toca un tema específico. ¿Quién no recuerda cuando su madre o abuela le decía que no pusiera bizcos los ojos, pues le podía dar “un aire” y quedar así?

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Este es sólo uno de aquellos consejos basados en lo empírico, y hasta en creencias populares de data tan antigua, que nadie sabe de dónde salieron.

Lista de mitos revelados como falsos

Hay que esperar dos horas después de comer para poder bañarse

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Los cambios bruscos de temperatura al meterse en el agua pueden provocar en el organismo un cuadro de shock termodiferencial (brusca diferencia de temperatura).

Los síntomas son: palidez, escalofríos, mareos, visión borrosa y vómitos. Pero esto puede pasar independientemente de si es verano o invierno, o el tiempo que pasó desde que comimos o no porque lo importante no es el clima o la ingesta. Se debe al cambio brusco de temperatura. Para evitar esto hay que entrar al agua de manera progresiva.

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El mito nació sin dudas en la necesidad de los padres de dormir una siestita y evitar que los niños se metieran solos al agua.

Si te cortás el pelo en Luna creciente, te crece más rápido

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Todos conocemos las explicaciones que da la astrología, donde la posición de los astros condiciona nuestra vida. La luna sí influye en los ciclos de las mareas, ¿qué no hará sobre los humanos? La respuesta es que hace bastante poco, y mucho menos para que el cabello o las uñas crezcan en menos tiempo. El pelo crece entre 1,2 y 1,5 centímetros al mes y solo depende de factores de la genética, alimentación, hormonales o de salud en general.

Todo lo que comas antes de las 8 de la mañana no engorda

Hace unos años, la cantante italiana Raffaella Carrá reveló el secreto de su estilizada figura. Habló dieta disociada, basada en no mezclar carbohidratos con proteínas, pero que esas normas se podían romper siempre que ¡se hiciera antes de las ocho de la mañana!. Si lo hacías después, "explota, explota que expló...".

Si estás con el período, no debés hacer mayonesa porque se corta

La menstruación ha sido uno de los procesos fisiológicos más estigmatizados, ocultados y hasta temidos a lo largo de la historia. El escritor y naturista latino Plinio El Viejo decía en su enciclopedia Historia natural cosas como: “El contacto con el flujo menstrual de la mujer amarga el vino nuevo, hace que las cosechas se marchiten, mata los injertos, seca semillas en los jardines, causa que las frutas se caigan de los árboles, opaca la superficie de los espejos…”.

La ciencia ha demostrado que la menstruación no afecta para nada la gastronomía, y que cuando está "indispuesta" una mujer puede hacer lo que quiera, sin perjuicio alguno.

Si te tragás un chicle se te pegará en el estómago

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Los chicles están fabricados de una goma hecha de polímeros que no se puede digerir. “No se digiere, pero tampoco permanece en el estómago. Solo si se ingieren grandes cantidades o pequeñas pero muy seguidas, pueden causar un bloqueo intestinal”, aclaran los médicos consultados. Resumiendo: en caso de tragarse accidentalmente un chicle, no hay que preocuparse, no se va a quedar con usted siete años. El organismo se librará de él por los cauces habituales, integrándolo en el bolo fecal.

No tomés nada después de la leche porque se corta en tu estómago y te indigestás

Hay un famoso refrán en España que dice: “Después de la leche, nada eches”. Esto hace referencia al riesgo que supondría ingerir alimentos, especialmente ácidos, después de la leche, porque la cortaría y podría provocar una indigestión. Esta creencia olvida que el proceso digestivo es posible gracias, justamente, a una serie de ácidos que genera el estómago y que harán que la leche se corte de cualquier manera. Además, el ser humano acostumbra a consumir leche cortada habitualmente en forma de yogures o quesos, y no le pasa nada.

Si torcés los ojos y te da un aire te quedas así

“Algunas personas mencionan que si al estar con los ojos bizcos sentimos una ráfaga de aire, nos quedaremos así”, explica el médico español Giordano Pérez Gaxiola antes de concluir: “Todo esto es falso”. Los ojos están rodeados de varios músculos diferentes que trabajan conjuntamente.

El estrabismo o la bizquera infantil se producen cuando esa coordinación muscular no se produce, pero la causa de ello no será nunca un susto sino un mal control del alineamiento ocular por parte del cerebro.

Si se cae comida al suelo, tenés cinco segundos para alzarla y comerla sin riesgo

La regla de los cinco segundos es tan popular que hasta sale en Wikipedia. Esta regla estipula que si se recoge la comida que cae al suelo antes de ese tiempo, se puede comer sin problemas porque no quedaría contaminada de bacterias y microbios. Estudios recientes han demostrado que esta creencia no tiene base científica y que las bacterias pueden contaminar los alimentos en un tiempo muy inferior a los cinco segundos.

Si comés almendras, te crecen los pechos

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Para los hombres que estén leyendo comiendo almendras, no se asusten, las almendras no hacen crecer los pechos.

Un estudio publicado en 2018 en Nutrition & Metabolism llegó a la conclusión de que el consumo de frutos secos, lejos de engordar, “puede ser beneficioso en la prevención del síndrome metabólico y el sobrepeso”. La razón es que son alimentos saciantes, con alto contenido en fibra y sustitutos de productos procesados.

Si jugás con fuego, te hacés pis en la cama

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Si bien Sigmund Freud había relacionado jugar con fuego y orinarse en la cama. En Sobre la conquista del fuego, el psiquiatra explica que una condición para que el hombre dominase el fuego habría sido la renuncia a apagarlo, hasta el punto de que hay comunidades en las que orinar sobre las cenizas de una hoguera es una grave afrenta. Un hecho que, por otra parte, estaría muy relacionado con la inhibición del deseo.

De esta forma, dice Freud, “el placer de encender fuego está precisamente en la capacidad de apagarlo”, por lo que jugar con fuego podría inducir sueños con ese elemento y, en consecuencia, provocar esa deseada micción destinada a sofocarlo.

En todo caso, la relación entre jugar con fuego y la enuresis es poco sólida y parece responder más bien a una prohibición mística para evitar males mayores, tanto para los niños como para el entorno doméstico.

Si le das un cigarro a un murciélago, explota

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Los murciélagos no fuman. Cuando alguien fuma, aspira con más fuerza de la que suele emplear normalmente para respirar. Un murciélago como mucho podrías deprimir la cantidad de oxígeno que le entra en los pulmones. Si la privación de oxígeno es prolongada, puede morir asfixiado e intoxicado por los gases pero no lo harán estallar.

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