América Latina tiene unos 20 millones de jóvenes con edades entre 15 y 24 años que no estudian ni trabajan, los "ni-ni", y en su mayoría son mujeres, alertó un estudio del Banco Mundial divulgado este martes en Washington. Este fenómeno afecta a uno de cada cinco jóvenes de esa franja de edad, un enorme grupo que requiere acciones especiales para evitar la deserción escolar, apuntó el estudio "NiNis en América Latina"."El nini latinoamericano típico es una mujer de un hogar urbano", detectó el documento, ya que dos tercios de los jóvenes en esa situación es de sexo femenino. El economista Rafael de Hoyos, uno de los autores del estudio, dijo que uno de los elementos esenciales en este escenario es el embarazo adolescente, que conduce inicialmente al abandono escolar de mujeres jóvenes que más tarde no logran tener acceso al mercado de trabajo."Esas mujeres jóvenes, ya sea por el casamiento a temprana edad o el embarazo en la adolescencia, salen de la escuela. Sin una educación completa, les resulta muy difícil capacitarse para un empleo que le permita contribuir a la manutención de la familia", dijo. Sin embargo, añadió de Hoyos, aunque la mayoría de los ninis latinoamericanos son mujeres, en las últimas dos décadas aumentó considerablemente el número de varones en esa situación. De acuerdo con los datos del estudio, prácticamente todo el aumento de 1,8 millón de ninis latinoamericanos desde 1992 se debe al crecimiento de casos entre hombres. "El principal factor en este caso es la necesidad de dejar la escuela para buscar un empleo. Como se trata de jóvenes sin mucha experiencia, la mayoría consigue trabajos informales o mal pagados, quienes pierden su empleo ya no retornan a las clases", señaló de Hoyos. Para el especialista, la gravedad de este problema es tal que ni siquiera el ciclo de crecimiento regional empujado por los precios de las materias primas, que permitió una reducción de la pobreza extrema, pudo cambiar el escenario."A pesar del desempeño de América Latina desde el año 2000, la proporción de ninis se redujo apenas de forma marginal, pero aumentó el número bruto de jóvenes en esa situación", comentó. Además, el estudio apuntó que el 60% de esos jóvenes pertenecen a hogares del 40% más pobre de cada sociedad, y por lo tanto su situación hace que se perpetúe la desigualdad de una generación a la siguiente.En países como Colombia y México "hay indicios que señalan que el fenómeno de los ninis guarda relación con el crimen y la violencia", en general las pandillas. "Para comenzar a resolver este problema hay que pensar en medidas que actúan de forma paralela, pero la prioridad absoluta es establecer estrategias para prevenir que los jóvenes abandonen la escuela", dijo de Hoyos.