Es un mal momento para que una bala te deje inmóvil a los 15 años

Por UNO

Mientras el país entero sigue conmovido por la muerte por sobredosis de 5 jóvenes que participaban en una fiesta electrónica, en Mendoza una noticia pasó casi desapercibida para el conjunto de la sociedad.

Se trata del caso de Emir Cuattoni, un adolescente que un domingo de este abril paseaba con su bicicleta por el Parque Benegas, de Godoy Cruz, cuando desde una camioneta se le acercaron mucho, demasiado. Uno de sus conductores se bajó y logró arrebatarle la bicicleta, a lo que chico no se resistió. Sin embargo, un segundo después yacía tirado en el piso, porque una bala acababa de atravesarle su hombro, provocándole una lesión en la médula espinal que lo mantiene inmóvil, internado en el hospital sin poder sentir su cuerpo.

¿Notó usted las repercusiones? La respuesta es no, porque no las hubo.

Emir no estaba drogándose ni teniendo un comportamiento "peligroso". Estaba caminando por uno de los espacios recuperados por el Estado para la supuesta tranquilidad de la ciudadanía. Donde antes había un baldío ahora hay pasto, senderos y luminarias, que resultan muy atractivos para los centenares de vecinos que los fines de semana se vuelcan a la zona.

Así de insegura está la provincia. Así de violenta.

Los jóvenes -no hay estadísticas- son un blanco "fácil" para la delincuencia. ¿Quién no conoce a un sub 25 al que le robaron el celular, la billetera, el bolso del club, o la cartera con los maquillajes que llevaban para arreglarse antes de ir al boliche?

Las paradas de colectivos, las veredas aledañas a las salidas de escuelas, universidades, gimnasios, o institutos de idiomas suelen ser testigos de asaltos diarios que resultan fugaces, ya que en el 99% de los casos ni siquiera se denuncian. Al momento de "abordarlos" los delincuentes les muestran armas tipo revólveres o cuchillos. Aleccionados con anterioridad por sus padres o adultos cercanos, las víctimas entregan el botín sin hacer escándalo. La docilidad recibe como premio consuelo una gran felicitación por parte de sus tutores: "La sacaste barata. No te hicieron daño. Hiciste bien en no desafiarlos".

Emir tampoco chistó, pero aún así, hoy, permanece postrado.

No hay marchas ni debates en su honor. Ni enojo colectivo.

Triste pero real: no es lo mismo que te baleen y te dejen cuadripléjico en una semana donde la información va más o menos por los carriles estacionales (sigue subiendo el precio de la carne, abren o cierran el paso a Chile, y se agranda el odio entre los K y los PRO) a que un hecho de inseguridad te trastoque la vida a los 15 años, justo cuando se produce una tragedia tan grave y trascendente del nivel de Cromañón, pero en Costa Salguero.