Pasaron 9 años desde la última vez que Mendoza midió, en serio y de manera métodica y constante, el comportamiento de los precios y la realidad social de la provincia. Durante ese tiempo anduvo sin brújula y perdió un valioso capital social. Es como que hubieran extirpado de nuestra memoria provincial los rastros oficiales que nos permiten conocer parte esencial de nuestra historia socioeconómica.
La difusión de datos oficiales sobre inflación en Mendoza, al igual que en la Nación, ha recorrido en los últimos años un camino no exento de presiones, resistencias, reivindicaciones y que terminó con la muerte misma del Índice de Precios al Consumidor (IPC) allá por el año 2007.
Esta semana, la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) informó que volverá a medir la inflación, la pobreza y el PBI en la provincia. Aquella famosa DEIE, que antes de ser prácticamente desmantelada por el gobierno de Celso Jaque, era considerada una de las instituciones más serias en cuanto a mediciones de índices de precios, intentará volver a ganarse esa confianza de la mano del economista Facundo Biffi, hijo del histórico radical César Biffi.
La reactivación de las mediciones tardará alrededor de seis meses, debido a que se coordinarán las tareas con el INDEC, que recientemente ha recibido un decreto de "emergencia estadística" para poder resetear, tomar nuevo personal y ordenar lo que dejó la gestión anterior.
La negación de la estadísticas supuso, por caso, que la pobreza y la indigencia de Mendoza se midieran durante años computando hogares con ingresos inferiores a determinadas canastas básicas, las cuales comenzaron a estar "dibujadas" por el INDEC.
Pero bien vale hacer un poco de historia. De la información del 2007, a la ficción posterior, estos fueron los principales capítulos.
Setiembre 2007. La DEIE daba a conocer el cálculo propio de inflación del mes anterior: 3,1% mensual. El INDEC, con la misma base de datos, rectificaba este dato y difundía una inflación del 1,5% mensual para la provincia.
Diciembre 2007. La inédita doble estimación de la inflación provincial duró hasta que el gobernador Julio Cobos y su ministra de Economía, Laura Montero, cumplieron su mandato.
Enero 2008. El electo Gobernador Jaque remplaza a la directora de la DEIE (Patricia Giménez) y la nueva gestión se alinearía con el intervenido INDEC de Moreno.
Marzo 2008. El fiscal federal Manuel Garrido constató que los funcionarios del INDEC habían borrado y manipulado precios en el cálculo del IPC-Mendoza
Mayo 2008. El INDEC dejó de publicar la inflación para Mendoza y la provincia se quedaría sin referencias locales de inflación.
Enero 2011: Con Raúl Mercau al frente de la cartera económica, Mendoza retomó la medición y publicación del IPC, sobre la base de una canasta propia de productos. El informe es auditado por la UNCuyo.
Febrero 2011. Vuelven a quedar en evidencia las manipulaciones del INDEC, ya que la publicación del nuevo índice provincial proyectaba una inflación anual del 20%, contra el 10,5% que daba a conocer a nivel nacional.
Abril 2012. El ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, dijo: "Puede ser que se suspenda el IPC, teniendo en cuenta que no es información con valor agregado y tampoco está en armonía con el sistema nacional".
Mayo 2012. El nuevo gobernador, Francisco Pérez, a pocos meses de asumir, anunciaba que se dejaría de medir nuevamente el índice de precios en la provincia. De esta manera, Mendoza se volvería a alinear, hasta la actualidad, con el INDEC.
Todas las estadísticas, fundamentalmente de pobreza, precios y producción provincial son claves para cualquier país. En principio, por una obviedad: sin un diagnóstico claro -lo que requiere de datos confiables, creíbles, y por lo tanto, profesionales- no es posible dar solución a los problemas. Sin esos números, no hay políticas públicas que sean eficientes y eficaces.
Pero hay otras razones, más profundas. Las estadísticas son información. Ese insumo, actualmente un derecho humano para cualquier sociedad moderna, es parte de un rompecabezas para la toma de conciencia. Esa es la llama que necesita toda democracia para incrementar su participación y su reclamo ciudadano. Cuando la información permanece escondida, la sociedad entra en dudas, se anestesia. El gobernador Cornejo también deberá reconstruir un sistema estadístico para los mendocinos y tirar abajo la muralla del kirchnerismo: el INDEC que sólo sirvió de usina a los intereses políticos de