La cantidad de calor generado por humanos y absorbido por los océanos se ha duplicado desde 1997, reveló un estudio divulgado el lunes.
Los científicos ya sabían que más del 90% del calor emanado por el calentamiento mundial y producto de la actividad humana es absorbido por los océanos y no por el suelo. También habían notado que el calor oceánico ha ido en aumento en años recientes, pero el nuevo estudio, usando datos que datan del buque científico británico Challenger en los años 1870, así como monitores submarinos modernos y modelos computarizados, calculó cuánto calor generado por el ser humano se ha ido a los mares en los últimos 150 años.
Los océanos del mundo han absorbido aproximadamente 150 zettajoules de energía entre 1865 y 1997 y absorbieron otros 150 en los siguientes 18 años, según el estudio publicado el lunes por Nature Climate Change.
Para ponerlo en perspectiva: si uno detona una bomba atómica como la que cayó sobre Hiroshima cada segundo por un año entero, la energía soltada equivaldría a 2 zettajoules. Por lo tanto desde 1997, el calor absorbido por los océanos equivale a detonar una bomba como la de Hiroshima cada segundo durante 75 años.
"Estos cambios de los que estamos hablando, son realmente colosales", dijo uno de los autores de la averiguación, Paul Durack, oceanógrafo del Lawrence Livermore National Lab en California. "Son cantidades de calor sobrehumanas".
Debido a que hubo décadas donde no fue posible obtener datos y se tuvieron que usar modelos computarizados, las cifras son aproximadas, pero aun así son confiables, según los autores del estudio. La mayoría del calor adicional está atrapado en la capa superior de los océanos, de unos 700 metros (2,300 pies) de profundidad, pero con cada año que pasa se cuela más abajo, añadieron.
Aun así, los autores del estudio y otros expertos, coinciden en que lo que les molesta no es la inexactitud de las cifras, sino la rapidez con que esas cifras están aumentando.
"Particularmente después del 2000 el cambio se ha acelerado muchísimo", dijo Durack.
Fuente: AP