El contacto con la naturaleza, el cuidado de la misma, la salud y la constancia son valores que acompañan la tarea de siembra y cosecha de una huerta orgánica. Bajo este lema, el conjunto residencial Dalvian presentó un espacio para cultivar sus propias verduras, hortalizas y plantas aromáticas.
Sólo se necesita algo de tierra, luz, agua, semillas y voluntad para generar un cambio. Poniéndose al frente de la sustentabilidad y las tendencias de lifestyle, este proyecto permite disfrutar de alimentos 100% naturales y orgánicos para toda la familia, mejorando su calidad de vida, además de ser una actividad divertida y recreativa.
El mantenimiento se realiza a través de un sistema de riego por goteo y perfil de suelo acondicionado especialmente para el cultivo de verduras y hortalizas de calidad.
Todo el proceso es monitoreado y guiado por personal especializado y por la ingeniera agrónoma Cecilia Echeverría, quien ofreció una charla informativa durante la inauguración. El evento continuó con un recorrido por las parcelas y, un brindis de cierre.
Fotos: Gentileza Dalvian