Después de 68 años de leal servicio, el legendario Land Rover Defender, vehículo todoterreno utilizado por la reina y James Bond, dejó de fabricarse esta semana.
Más de 2 millones de ejemplares salieron de las líneas de producción del fabricante británico Jaguar Land Rover (JLR) desde la llegada del Land Rover original en 1948.
Ayer se celebró un pequeño acto en la planta de Solihull, en el centro de Inglaterra, para marcar el final de este orgullo británico exportado a todo el mundo.
La imposibilidad de ajustarse a los nuevos estándares de seguridad y emisiones se ha cobrado la piel de este viejo aventurero, disponible en varios modelos, incluyendo uno con orugas de tanques.
"Es la muerte de un ícono", dijo a la BBC Simon Collins, del Club Land Rover, una asociación de fans de la marca.
Ultrarresistente y robusto, el Defender es utilizado todavía por muchos servicios de emergencia del mundo y está presente en muchos escenarios de guerra. Al mismo tiempo, es posible verlo en barrios buenos de Londres y en muchas películas, como Skyfall, de James Bond.
La reina Isabel II es una entusiasta de este auto y lo usa desde su ascensión al trono en 1952. "Es un coche que trasciende a las clases sociales. Todo el mundo lo puede conducir, el campesino que intenta cruzar un campo embarrado o la reina cuando recorre Windsor", dijo Jim Holder, editor de las revistas Autocar y What Car?
"Pero la verdad es que ya no se vendía tan bien", agregó este periodista especializado.