Once trabajadores de la sidrera Rama Caída y tres de la bodega de la misma empresa despedidos el 20 de febrero pasado reclaman el pago de los últimos sueldos y otros ítems.
En este grupo hay personas con antigüedad que van de los 20 a 30 años y piden que se les pague lo adeudado para poder sostener a sus familiares mientras avanza el trámite administrativo o judicial de la indemnización.
“Los echaron debiéndole los sueldos de febrero y marzo, aguinaldo y licencias por vacaciones, se cursaron todos los trámites legales pertinentes con el abogado del gremio y de la Subsecretaría de Trabajo, pero la gente sigue sin cobrar. El malestar es generalizado”, manifestó Miguel Rubio, secretario general de Soeva San Rafael.
Consideró que “se los despidió de mala manera, con alegatos infundados”. Explicó que los trabajadores hicieron un “quite de colaboración” para que se les pagara los sueldos atrasados, los intimaron con un escribano a trabajar, luego el día 19 acataron el paro convocado a nivel nacional por la federación gremial y “el día 20 los echaron, pero también despidieron gente que ni siquiera acató la medida de fuerza y a la vez se dejó trabajando personas que sí estaban parando. Mucho no se entiende. Hay gente que aún no ha recibido el telegrama de despido y entonces no pueden hacer el trámite por el fondo de desempleo”.
Por su parte, Leonardo Videla (59), ex portero en la sidrera con 31 años de antigüedad y que actuaba como delegado gremial, recordó que en diversas ocasiones la empresa pagaba parte del sueldo a los empleados con sidras, papas y chivos.
Dijo que “no podemos esperar más, tenemos cosas que pagar y gastos para vivir”.
