Personal de la Policía Turística de San Rafael salvó de morir ahogado a un joven de 20 años en el cauce del río Atuel. La correntada lo arrastró dos kilómetros antes de que pudieran rescatarlo. Jorge Martínez recibió los primeros auxilios por parte de los agentes policiales y luego fue trasladado al hospital Schestakow donde quedó internado en observación.
Fueron momentos de desesperación los que vivió Jorge pero también aquellos turistas y vecinos que disfrutaban de la naturaleza del Valle Grande y observaron como el joven pasó frente a sus narices luchando con todas sus fuerzas contra la corriente.
Jorge Martínez regresó de San Juan para vacacionar en su San Rafael natal y como muchos partió al Valle Grande para escaparle al calor agobiante.
El sábado alrededor de las ocho y media de la tarde, Jorge disfrutaba de las aguas del Atuel cuando un remolino lo tomó por sorpresa, lo desestabilizó, arrastró con fuerza hacia el medio del cauce y el caudal hizo el resto.
Inmerso en los 40 metros cúbicos por segundo que transporta por estos días el río Atuel, Jorge gritaba de manera desesperada pidiendo ayuda mientras trataba de mantenerse a flote y evitar que las rocas que cubren el fondo del cauce no lo maten.
La gente que estaba en el camping Municipal llamó de inmediato al 911 y la principal Marta Pedernera, jefe de la UPAT, junto al auxiliar Cristian Mendoza y Silvana Ureta intervinieron.
Dos kilómetros hacia abajo, los efectivos montaron un operativo de rescate y con gran esfuerzo y valentía se lanzaron al agua, atados con sogas, y lograron retirar el cuerpo de un extenuado y shockeado muchacho.
Cuando el joven estuvo a salvo en tierra firme, los policías le brindaron los primeros auxilios y sin dudarlo lo cargaron al móvil y lo trasladaron al hospital Schestakow.
De acuerdo al parte oficial, Jorge Martínez presentaba un shock severo, principio de ahogamiento y todo su cuerpo estaba con contractura muscular. El joven quedó internado en el nosocomio sanrafaelino y se recuperaba favorablemente.