El tema que hace surgir esta opinión es el estacionamiento en doble fila frente a las escuelas y la nueva promesa de que se sancionarán a los infractores con multas. Por un lado tenemos a mucha gente que pide este control y a otros que dicen que “no, que ¿dónde quieren que estacionemos si no hay lugar?”. Y por otro lado tenemos a la Policía Vial que aparentemente ya habría empezado a hacer algunas multas.
Respecto al primer aspecto, la idea que tengo es que muchos nos indignamos con la situaciones injustas que vemos a diario en el tránsito de San Rafael y pedimos más sanciones, pero cuando esas sanciones nos tocan o pueden tocarnos a nosotros, recurrimos al manual de las excusas para rechazar la medida.
Es decir, “hay que controlar más, pero al otro”, sería el peculiar razonamiento. De más está decir que así no se soluciona nada, las excepciones no pueden ser la regla. Si hacemos las cosas bien seguro no tendremos ese problema. Sí, es cierto que en las escuelas del centro falta estacionamiento para hacer las cosas bien, pero si es por poner excusas y excepciones entonces también algunos podrán empezar a pasar en rojo “porque llego tarde al trabajo”, por ejemplo. Y así el tránsito sería (aún más) una selva.
Y en el otro lado tenemos la tarea de la Policía Vial, que ya antes ha prometido (obvio con distintos jefes a cargo) terminar con este asunto que sin embargo sigue descontrolado. ¿Hay que creer ahora? Ver para creer es una de mis frases de cabecera. Ojalá que el control no sea esporádico para hacer ruido un rato y hacer “parecer” que se realizan las cosas bien. También recuerdo que no hace mucho se prometió terminar con los colectivos con contingentes que estacionan en doble fila en el centro frente a los hoteles, y no pasó nada. O los de doble piso que circulan por el Valle Grande, y no pasó nada.
Es de esperar que si queremos mejorar un poco el caótico tránsito nuestro, de ambos lados de la cuerda nos portemos bien, haciendo las cosas que marca la ley o aceptando la sanción cuando no lo hacemos. Y que quienes controlan lo hagan sin mirar a quién ni cuándo, sólo con la ley en mano.
Javier Martín