El 2015 fue un año “pasado por agua”, especialmente en la primavera. Es que lo llovido en estos doce meses fue muy superior a lo que habitualmente precipita en esta zona seca.
Las estaciones meteorológicas en distintos puntos del Sur indican desde 370 a más de 500 milímetros de agua acumulada, cuando el promedio anual es de 360 mm para la zona oeste de San Rafael y 380 mm para el sector este y también para Alvear.
Esta mayor humedad se debe, como ya hemos informado en anteriores ediciones, al fenómeno climático de El Niño, que consiste en el calentamiento de la superficie del océano Pacífico Ecuatorial, lo que causa un gran descalabro en toda la meteorología de Sudamérica. En el caso de Mendoza, su principal efecto ha sido la mayor presencia de humedad y ocurrencia de lluvias.
El especialista en agrometeorología Raúl Besa explicó que “el efecto de El Niño en el país se empezó a sentir en la primavera de 2014, pero en nuestra región comenzó a notarse en el verano de 2015 y se intensificó en esta primavera”.
Esa situación se refleja en los números recopilados por el ingeniero Besa de las estaciones meteorológicas públicas y privadas. Basta ejemplificar que sólo en octubre se acumuló en algunas zonas del departamento más de 80 milímetros, casi el doble de la media histórica de ese mes.
Y en diciembre en Cuadro Benegas, por ejemplo, se alcanzó los 95,5 mm, el doble del promedio mensual. Pero sin dudas un récord del 2015 fueron los 117,1 mm que se registraron en febrero en el mismo distrito.
No es extraño que Cuadro Benegas registre tantas lluvias, ya una parte importante de las tormentas que afectan la zona cultivada de San Rafael ingresan por ese lugar.
Aún se espera un verano muy húmedo. “Las tendencias hablan de que podríamos tener influencia fuerte de El Niño hasta comienzo de marzo y a partir de ahí empezará a decrecer su intensidad”, dijo Besa.
En resumen, “se puede decir que para el verano va a haber mayor frecuencias de lluvias y tormentas. Y si hay más tormentas, hay un poco más de posibilidad de caída de granizo, pero para eso se tienen que dar otras condiciones, como el ingreso de sistemas frontales de frío para que las nubes puedan crecer a una altura significativa” y se forme el hielo.
José Luis Salas