Marcelo Schmitt
Juan Araya (19), ex alumno de la escuela "La Buena Madre" de la Isla del Río Diamante, fue premiado con una beca por el gobierno de la provincia para estudiar Derecho en la Universidad de Mendoza. Su historia es muy parecida a la de Guillermo Oliva, el chico que estudia en la Cruz Roja con la ayuda económica de un empresario.
Hijo de peones rurales, nunca faltó a la escuela y en 2012 fue distinguido con el premio Manuel Belgrano que otorga la Presidencia de la Nación a los alumnos más destacados. Con este antecedente, más otras cualidades que aportaron los directivos de la escuela, fue nominado junto con otros dos chicos para obtener este beneficio.
La historia de Juan tiene ribetes increíbles, porque además de ser un chico que sufrió carencias de chico nunca perdió el buen humor que supo contagiar a sus compañeros y profesores. En ese contexto, ingresó a la escuela de la Isla viviendo en el barrio El Sosneado, pero a los 16 años todo cambió cuando sus padres se mudaron a Cuadro Nacional en búsqueda de mejores condiciones económicas.
Sin embargo, Juan no abandonó La Buena Madre y con la ayuda de las autoridades de la escuela, que le pagaron los viáticos, siguió viajando unos 20 kilómetros todos los días hasta que terminó sus estudios en 2012. Esa tenacidad lo ayudó a competir por la beca, un premio que llegó a fines del año pasado.
Al respecto, la vicedirectora del establecimiento, Sandra Olivares, y uno de los celadores, Walter Marín, dijeron que "bien merecido tiene su premio este chico, que además de tener buenas notas en la escuela, ayudó a sus padres trabajando en la cosecha y la poda".
Para Juan, hablar de trabajo fuera de la escuela no es anormal. Según el chico, "ayudar a mi padre me dio conocimientos para ganarme una moneda y ayudarlos en la casa, donde viven mis otros cinco hermanos".
En 2013, agregó Juancito, como le dicen los que lo conocen, "trabajé para pagarme un curso preparatorio para la universidad". Es que el joven ya rindió las tres materias introductorias para cursar Derecho, una carrera que eligió antes de terminar la secundaria.
En los próximos, Juan conocerá el resultado de los exámenes y empezará a recorrer un camino que siempre soñó: "Ser un profesional para ayudar a mi familia".
Su ejemplo, dijo Sandra "es para imitar, porque con todas las limitaciones que le impuso la vida logró salir adelante gracias a su humildad y esfuerzo".
La frase
"Junto a Juan fueron premiados otros dos sanrafaelinos, uno de ellos es una chica que también estudió en nuestra escuela”, sostuvo Sandra Olivares, vicedirectora de "La Buena Madre".