Por Javier Martín
Un nuevo golpe a la ilusión y el derecho de saber dónde están los viejos, el hermano, el hijo, el amigo. Eso es lo que recibieron familiares de desaparecidos en la última dictadura al conocerse que el análisis de los huesos hallados en una fosa ubicada en terrenos de un refugio militar en San Carlos, que se presumía que podían ser de desaparecidos sanrafaelinos, dio negativo, confirmándose que son restos óseos de algún animal.
Sin embargo, lo que ya se confirmó es que en el lugar había fosas y que el terreno fue removido, por lo que se sospecha que los restos de desaparecidos fueron sacados de allí en un año no determinado, una tétrica estrategia que usó la dictadura argentina para romper lo que se conoce como “cadena de conocimiento” y lograr que fuera sólo un reducido grupo de individuos quienes conocieran el final de todo.
El sistema era así: un grupo era el encargado de dar muerte y traslado a los detenidos que se decidía asesinar y luego otro grupo diferente los desenterraba y los llevaba a otro destino. Así, de acuerdo a esta estrategia, se lograba que quienes tuvieran algún conocimiento directo de la ubicación de los cuerpos no supieran del todo el destino final de las víctimas del terrorismo de estado.
El operativo de búsqueda, que anticipó UNO de San Rafael, se realizó en noviembre pasado en el refugio militar Alvarado, antes de llegar a la laguna del Diamante. Hasta allí, según se ha logrado establecer, fueron sugestivas comisiones de militares de San Rafael en aquellos años negros para el país.
Encabezado por el juez federal Eduardo Puigdéngolas y el ex fiscal federal Francisco Maldonado y con la invalorable asistencia del Equipo Argentino de Antropología Forense, en el lugar se realizó durante una semana excavaciones con técnicas que permitieron establecer fragmentos de terreno que habían sufrido modificaciones en su composición regular. O para ser más claros: tierra removida en los últimos años.
Un dato importante que arrojó el operativo es que en el lugar hubo fosas, en palabras de Puigdéngolas, “características hechas ex profeso en ese lugar que no se condice con la topografía del suelo”.
Debido a este dato, es que se analiza la realización de nuevos operativos de búsqueda, que pueden ser en zonas cercanas a ese sitio, con la presunción de que puedan haber sido movidos a no demasiados metros de distancia.
El último día de búsqueda se hallaron tres fragmentos de huesos que generó la ilusión de que pudieran ser de algunos de las 15 personas cuya desaparición se investiga en la causa que ya fue girada a juicio oral y por el que hay 21 ex militares y ex policías imputados, algunos presos y otros con domiciliaria.
Se espera comenzar el segundo juicio de lesa humanidad por desapariciones de ciudadanos sureños antes de mitad de año.