Con la asistencia jurídica del doctor Gonzalo Pagliano, cuatro de las monjas que prestaban servicios en el hogar Santa Gianna Beretta Molla, ubicado en calle Quiroga en el distrito de Rama Caída, se presentaron espontáneamente en la Fiscalía Penal para dar su testimonio en la causa que se inició tras una denuncia por malos tratos de la DINAF.
Las hermanas que pertenecen al Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, directamente relacionado con el Instituto del Verbo Encarnado, declararon por el lapso de una hora y media en la causa que se inició tras el operativo que se realizó el 17 de diciembre donde la Justicia ordenó que se retiraran todos los chicos de los hogares religiosos que mantenían una relación con el Estado.
Los 29 chicos fueron trasladados a distintos hogares que posee la DINAF en San Rafael y hasta ahora ninguna de las hermanas que convivieron con ellos los pudieron visitar.
En este contexto, el abogado que las representa dijo a UNO San Rafael que "por sugerencia de la defensa le pedimos a las cuatro hermanas que se presenten a declarar en la causa que no tiene imputados" y agregó que "se dispuso una Cámara Gessell para el 18 de febrero".
A partir de esta prueba, Pagliano consideró que "se podrá avanzar o no en la causa. Nosotros queremos que se resuelva rápido porque consideramos que no existe delito penal que se le impute a las religiosas".
Lo cierto es que para el letrado "no existe prueba alguna de abuso u otra conducta incorrecta. Esto nació tras una escucha directa que obtuvo la DINAF que realizó las presentaciones en la Justicia de Familia y en el fuero penal".
Este viernes las monjas describieron cuáles eran sus actividades en el hogar de la calle Quiroga y su relación con los niños que ellas cuidaban y asistían.
El testimonio de los niños, clave para sacarlos de los hogares del Verbo Encarnado