Una historia increíble vivió una pareja de Pueblo Diamante que no podía tener hijos naturalmente y tras adoptar una yegua que fue maltratada y abandonada por su dueño lograron un embarazo que ni la ciencia puede explicar.
Es que Marinela Pastor (34) y Heber Lima (36) no podían tener hijos y tuvieron que recurrir a un tratamiento por inseminación artificial para ser padres. Con la ayuda de la ciencia en 2009 nació Abril, pero unos 6 años más tarde, por pedido de ella (quería tener un hermanito), repitieron sin éxito la experiencia.
Resignados por esta situación abandonaron los tratamientos y le comentaron a su hija que iba a ser imposible darle un hermanito.
En este contexto, en junio de 2015 adoptan una yegua, Gloria, que le fue quitada por orden judicial a su dueño. Es que el hombre no la alimentaba y estaba a punto de morir.
Amante de los caballos, Marinela leyó en Facebook que la asociación Cultura Animal ofrecía en adopción al equino y no lo dudó. Después de consultarlo con su esposo y su papá decidieron la adopción.
Recuperar a Gloria fue el primer objetivo que tuvo la pareja, que la alojaron en Cuadro Nacional, en la casa de los padres de Heber. En unas pocas semanas Gloria empezó a recuperarse y a engordar después de un tratamiento que incluyó vitaminas y suero por la deshidratación que sufrió.
Pero lo sorprendente e increíble ocurrió tres meses más tarde cuando Marinela tuvo un atraso en su período menstrual. “Era raro que yo me atrasara y decidimos, por las dudas, comprar un test de embarazo”, contó Marinela a UNO de San Rafael.
El resultado positivo llenó de alegría a la pareja que enseguida lo compartió con Abril y el resto de la familia. Creer o reventar, fue la respuesta de los médicos que no podían entender lo que sucedió.
“Cuando uno da amor regresa con mayor proporción”, atinó a decir Marinela que ya lleva 8 meses de embarazo. En ese sentido, su marido señaló que “no lo podíamos creer porque el problema lo tengo yo e hicimos una gran esfuerzo económico y psicológico en los tratamientos anteriores y ya estábamos resignados a no tener más hijos”.
Ahora Gabriel Benjamín es el regalo que la pareja espera.