San Rafael
La inserción laboral fue la herramienta que les modificó su vida y ahora sienten que pueden aportar y asimilar conocimientos. Los tres dejaron un mensaje para los demás: “A no bajar los brazos” 

La “capacidad diferente” de darles una oportunidad laboral

Cuatro sanrafaelinos con capacidades diferentes tuvieron en noviembre del 2010 la oportunidad de cambiar sus vidas gracias al programa de integración que adoptó el Estado para incorporarlos a la vida laboral.

Todo comenzó en la sede local del Ministerio de Trabajo de la Nación, ubicada en Mitre 277, con un proceso de selección de personal al que se presentaron 15 postulantes.

Entre ellos estaban los protagonistas de esta historia, Cristina Abrego (25), Dora Rodríguez (35), Juan Manuel Golbano (33) y María Antonia Gallardo (29), que no estuvo en la entrevista porque fue operada de la vesícula.

Todos ellos se presentaron sin saber que se trataba de una selección, dato que los hubiera incomodado durante la entrevista, señaló el director de Desarrollo Social del Municipio, Jorge Pizarro.

Después de esa jornada, a los pocos días, el ministerio dio a conocer los nombres de los seleccionados y partir de la incorporación a los puestos de trabajo, los 4 tuvieron la oportunidad de cambiar sus vidas.

El relato de esta experiencia resultó conmovedor porque se trata de personas con discapacidades motrices, hipoacúsicas y sensoriales que hasta ese año buscaban sin éxito el tan ansiado trabajo.

La charla empezó con el testimonio de Juan Manuel Golbano, con parálisis cerebral que afectó su capacidad de traslado, quien contó que “estuve años esperando esta oportunidad después de inundar la plaza con currículums que nunca tuvieron respuesta”.

Para Juan Manuel la oportunidad nació cuando un conocido le comentó que “en esta delegación se iba a dar un curso de capacitación para personas con discapacidad”.

Grande fue la sorpresa cuando se enteró de que había sido seleccionado para ocupar un empleo administrativo en el ministerio con la posibilidad, después del tercer año y previo concurso, de obtener un puesto fijo en la planta .

Si bien el método de incorporación de estas cuatro personas fue por contrato, todas ellas tienen los mismos beneficios y obligaciones que el resto del personal que trabaja en la delegación.

En este contexto , según Juan Manuel, “los compañeros de trabajo nos aceptaron y nos integraron de forma inmediata al grupo”.

La historia de Cristina Abrego, con problemas motores, no es muy distinta a la de Juan Manuel, pero tiene un condimento muy especial porque a la primera capacitación se presentó junto con su hermana, que también tiene problemas motores.

De las dos quedó Cristina, que vive en Cuadro Benegas con su familia y que a partir de esa elección consiguió el trabajo que se le negó durante tres años de búsqueda.

Al respecto recordó que “siempre que presentaba un currículum me decían que me iban a llamar y nunca obtuve una respuesta positiva”.

El final es para Dora Rodríguez, hipoacúsica, que desarrolla en la delegación tareas relacionadas al Programa de Regularización de Trabajo y en Recursos Humanos.

Dora se recibió en la Escuela Normal y luego como analista en química; además es ingeniera en alimentación.

Su experiencia laboral son algunas pasantías en el laboratorio de la UNCuyo y nunca tuvo otra alternativa laboral. Como el resto de los incorporados, encontró en este trabajo la oportunidad de integrarse a la sociedad.

El mensaje de los entrevistados dejó en claro la falta de posibilidades que tienen los discapacitados para encontrar un trabajo digno y no depender de una pensión. “Nunca bajar los brazos” fue la reflexión más adecuada que dejó Juan Manuel para cerrar esta nota.

Los beneficios impositivos

Las empresas privadas que contraten personal con discapacidad tienen varios beneficios impositivos que se promueven desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

El programa tiene como objetivo la Inserción Laboral de los Trabajadores con Discapacidad, a través del otorgamiento de mayores incentivos a los empleadores para su contratación.

En ese sentido se instrumentaron algunos beneficios para tentar a los empresarios.

La deducción del 70% de Impuesto a las Ganancias Ley Nº22.431 (Sistema de Protección al Discapacitado modificada por Ley Nº23.021 art. 23) es uno de los beneficios.

Otro es la exención del 50% de aportes patronales el primer año de contratación.

El descuento del 50% en contribuciones patronales por la contratación de grupos laborales protegidos (Ley Nº24.147 ).

En este contexto la Ley Nº26.476 ( Regularización Impositiva) permite, por el término de 24 meses, la reducción en sus contribuciones destinada a la seguridad social por el 50% durante los primeros 12 meses de las citadas contribuciones y por los segundos 12 meses se pagará el 75% de las mismas.

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Cristina Abrego. Nunca pudo tener una experiencia laboral.
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Dora Rodríguez. Hipoacúsica con dos títulos universitarios.
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Juan Manuel Golbano. Un optimista de cara al futuro.
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