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Un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Florida (EEUU) y publicado en la revista The Journal of Neuroscience, así lo sugiere.

Una dieta alta en grasas reduce el olfato

Por UNO

¿Puede afectar una dieta alta en grasas a nuestro olfato? Un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Florida (EEUU) y publicado en la revista The Journal of Neuroscience, así lo sugiere. Para su experimento, los investigadores utilizaron ratones a los que durante seis meses les fue distribuida una dieta alta en grasas en todas las comidas, así como un grupo de control alimentado con comida para roedores. Tras este período, los expertos descubrieron que los ratones obesos eran más lentos para establecer una relación entre el olor y la recompensa (una de las pruebas del experimento), en comparación con los ratones alimentos con pienso. Además, descubrieron que el primer grupo de ratones, los ratones que habían sido alimentados a base de grasas, sólo tenían el 50% de las células del cerebro responsables de la codificación de las señales de olor, lo que les llevó a una pérdida del sentido del olfato. "Debido a que el olfato está vinculado con el comportamiento de ingestión para guiar la elección de alimentos, su potencial disfunción durante la obesidad podría evocar un bucle de retroalimentación positiva para perpetuar los comportamientos de ingestión pobres", afirma Nicolas Thiebaud, líder del estudio. ¿Por qué se produce una pérdida del olfato por ingerir grasas? "Nuestros resultados muestran un aumento en la muerte celular y la infiltración de células de la microglia, lo que sugiere que una dieta de alto contenido en grasas conduce a un aumento en el estado inflamatorio de la mucosa olfativa que explica la disminución en las neuronas sensoriales olfativas", aclara Thiebaud.