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Es la década en la que la mayoría de las personas definen el futuro de los proyectos profesionales y personales. Detalles para encaminarse hacia una vida con salud y éxito

Siete hábitos para tener una vida sana a los 30

Por UNO

Siempre se dice que durante los 20 es una edad perfecta para poder dar (en su justa medida) rienda libre a los excesos. El organismo se encuentra todavía mantiene mecanismos rápidos de recuperación y las grandes responsabilidades todavía no aparecieron. Por eso, al llegar a los 30 es el momento de grandes decisiones.Según expertos, en esa década es cuando las personas terminan de definir el rumbo de sus vidas, tanto en el aspecto profesional como personal. Por eso, tal época de enormes decisiones tiene que ser acompañada por un buen estilo de  vida.

Se trata de una etapa de la vida ideal para cimentar hábitos y preparar el cuerpo de la mejor manera para poder afrontar desafíos profesionales y de la vida íntima. Adoptar comportamientos óptimos para la salud pueden ser determinantes a la hora de desarrollar una vida exitosa y nunca es tarde para tenerlos en cuenta.

Parar de fumar

Si uno empezó a fumar como adolescente o en sus primeros 20 es hora de dejarlo de manera definitiva. No sólo por la recuperación de un buen estado físico, sino porque se trata de un momento bisagra para la salud y la perduración de vida de la persona en cuestión. Es posible frenar el daño que uno mismo le hizo al cuerpo. Diversos estudios revelaron que aquellos que dejaron el cigarrillo antes de los 40 tienen un 90% menos de riesgo de muerte de aquellos que continuaron.

Empezar a dormir y a despertarse todos los días a la misma hora

Conciliar una rutina con el sueño es una de las mejores opciones para llevar una vida saludable. Generalmente, uno intenta utilizar los fines de semana para recuperar el sueño, pero eso no es del todo óptimo. Los expertos indicaron que el hecho de dormir de más aunque sea unos días, termina modificando los ciclos de sueño que el cuerpo necesita y uno se acostará más tarde al día siguiente. Si se alcanza cierta regularidad, un podrá perseguir rutinas diarias sin que el sueño sea uno de los obstáculos.

Hacer ejercicio regularmente

A partir de los 30 es imprescindible realizar actividades físicas diarias. No importa si es correr, levantar pesas, caminar, andar en bicicleta o jugar al fútbol. En los años finales de esa década, el cuerpo empieza a perder masa muscular. Por eso, es vital el ejercicio físico. Para que la actividad no sea tediosa, se pueden realizar los ejercicios que a uno más le diviertan.

Empezar el sueño de la vida

Ya es hora de afrontar los grandes sueños de la vida de cualquiera. No hay más tiempo para postergarlo. Ya sea comprarse una casa, tener hijos o iniciar un emprendimiento profesional. Sólo hay que trazar el objetivo a largo plazo y prestar atención a cada detalle para lograrlo. Un buen recurso es diseñar un plan de trabajo de un año, para después analizar cuánto se avanzó en el camino hacia ese sueño.

Aprender a ser feliz con lo que se tiene

Si uno está conforme con lo que consiguió en la vida, casi con seguridad tendrá una vida feliz para siempre. Un estudio de la Universidad de Texas reveló que la gratitud eleva los niveles cotidianos de felicidad y elimina los sentimientos negativos. Tener la capacidad de ver con buenos ojos lo que uno consiguió en la vida también es una virtud difícil de encontrar en los treintañeros.

Dejar de pensar en satisfacer a todos los demás

Otra de los obligaciones al llegar a los 30 es el dejar de sentir la necesidad de complacer a los demás todo el tiempo. Nadie estará conforme con el 100% de las cosas que uno hace o dice, y eso también es muy sano. Lo mejor que se puede hacer ante una situación como esa es empezar a elegir con mayor y mejor criterios a los amigos que uno tiene cerca. Es importante y más inteligente saber depositar la energía donde realmente importe.

Saber perdonarse por los errores

Todas las personas están hechas de errores. La clave está en poder aprender a vivir con ellos. No hay que dejarlos en el pasado y no tratarlos. La solución está en aprender de ellos, saber corregirlos y luego dejarlos ir. Varios psicólogos afirman que la compasión por uno mismo representa el mejor camino hacia el éxito. Eso es porque aquellas personas ven sus debilidades como algo posible de modificar y tratan de evitar cometer los mismos errores en el futuro.