El pasado julio y poco después que detectaran cáncer a su marido Leo, una prueba rutinaria reveló que Norma, de 90 años, tenía cáncer de ovarios.
Todo fue cuestión de un par de semanas. Dos días después de que Leo falleciera, Norma visitó a su médico en Michigan, Estados Unidos.
Las opciones de tratamiento -le dijo- eran las usuales para este tipo de casos: una operación para extraer el tumor, seguida de radiación y sesiones de quimioterapia.
Lo que no se esperaban ni él ni sus familiares que la acompañaban fue la reacción de Norma: "Tengo 90 años de edad, me voy de viaje".
Y así lo hizo. Vendió su casa -no quería pasar por el trauma de volver al hogar que compartió con su marido, con quien estuvo casada 67 años- y se compró una casa rodante para viajar por el mundo.
Ya lleva 188 días en la carretera.Aventura
Desde entonces, esta mujer de 46 kilos de peso apenas 1.50 metros de altura y que cumple 91 años el mes que viene, ha recorrido cientos de kilómetros acompañada de su hijo Tom, su nuera Ramie y el caniche Ringo.Voló en globo aerostático en Palm Springs, California, visitó Disneylandia en Florida, fue al Monte Rushmore en Dakota del Sur, vio bisontes en el parque nacional de Yellowstone y se asomó al Gran Cañón del Colorado, entre otros.
En Nueva Orleans, visitó el museo sobre la Segunda Guerra Mundial donde fue recibida con todos los honores, por ser veterana de esa guerra cuando trabajó como enfermera.
Una más de sus aventuras que pueden seguirse a través de su página de Facebook "Conduciendo a Miss Norma" que ya han visto miles de personas.
Entre ellos, supervivientes de cáncer, hijos cuyos padres murieron por esta enfermedad y gente normal inspirada por su historia de desafío.
Según escribió su nuera Ramie a BBC Mundo por correo electrónico, la siguiente etapa del viaje les llevará al estado de Georgia para "disfrutar de su historia, su belleza natural y la deliciosa comida de Savannah".
"Me siento bien, camino todos los días empujando mi silla de ruedas. Estoy bastante bien para mi edad", comenta Norma a través de su nuera, al preguntarle cómo se sentía.¡Adelante!
Su nuera aún no sale del asombro. Comenta que afortunadamente Norma no sufre de ningún dolor, que sigue muy despierta de mente, está disfrutando muchísimo viajar y que es muy fácil convivir con ella.Afirma que es maravilloso ver sus ojos centellear lo que revela "cuan llena de viva se siente" tras su "intenso dolor" por la pérdida de su marido y anteriormente su hermano.
Durante la visita a la clínica, dijeron al médico que apoyaban completamente la decisión de Norma y que la llevarían donde quisiera ir. Éste por su parte respondió ante su asombro, "¡Adelante!"
"Como médicos -les dijo- cada día vemos la cara de los tratamientos contra el cáncer. Cuidados intensivos, asilos, efectos secundarios terribles y, francamente, no existe ninguna garantía que sobreviviría la cirugía para extirparle el tumor."
"Están haciendo exactamente lo que yo haría en esta situación. ¡Tengan un magnífico viaje!", les dijo ante la cara de sorpresa de un estudiante de medicina que le acompañaba en la consulta.
Varias semanas después, Norma sigue viajando con una gran sonrisa. Su última etapa, según su página de Facebook, la llevó el Castillo de San Marcos de San Agustín en Florida, y en una foto reciente se la ve contenta haciendo un puzzle ante la mirada fija de su inseparable caniche.
Su nuera comenta a BBC Mundo que están completamente sorprendidos por la repercusión que han tenido y que ya llevan 64.000 "me gusta" en Facebook.
"Pasamos tiempo cada día leyendo los cientos de mensajes llenos de cariño y apoyo de todo el mundo con lágrimas en los ojos", cuenta Ramie.
"La conversación sobre el fin de la vida no es sencilla. Tan solo esperamos que nuestra historia anime a que las familias hablen abiertamente sobre este tema tan duro", concluye.Fuente: BBC Mundo