Steven Seagal se lo conoce como un tipo duro en sus películas de acción en cine.
Sin embargo, cuando se apaga la cámara de grabación, el maestro de artes marciales muestra su costado más sentimental.
Seagal salvó a un perro de una matanza en Rumania y también se puso al frente de una campaña para evitar que miles de perros sean sacrificados.
El actor aprovechó que filma la película de suspenso" A good man" en Bucarest para sumarse a una campaña de protección de los perros en un país convulsionado por el tema.
Seagal visitó un centro de perros callejeros al sur de la capital y adoptó un cachorro blanco y negro con manchas marrón de siete meses.
Un gran gesto del actor.