"Quería que en el ambiente se respirara el clima de los viejos tiempos de Hollywood - tal vez como me imagino una fiesta después de los Oscar en los años cuarenta", comentó la madre de la superestrella canadiense. "Hicimos la sala totalmente blanca con paredes de seda blanca, sofás blancos, blancos espejos enmarcados, TV de pantalla ancha blanca y mesitas mesas con espejos por todas partes".
La transformación del salón de baile de
Pan Pacific Hotel de Vancouver fue creada con 5.000 metros tela de seda blanca que rodeaba cada rincón. Alfombras de felpa blanca cubrían el suelo, 25 sofás de cuero blanco y el techo cubierto con cristales Swarovski llegaron desde Los Ángeles para crear el ambiente de fiesta perfecto. En pantallas de vídeo se mostraron imágenes de la boda
Bublé-Lopilato en
Argentina alternando con el juego de hockey de los Vancouver Canucks (el equipo de Mike). 6.000 rosas de Ecuador y orquídeas completaron la decoración junto con almohadones de pluma diseñados especialmente.
Bublé dio la bienvenida a todos los invitados con un discurso amable en la pista de baile agradeciendo especialmente a la familia y amigos de su mujer que volaron desde Argentina y fueron los encargados de ponerle color a la fiesta, entre ellos
Diego Topa y Paul Kirzner. La novia bailó toda la noche con su hermanos, padres y los 350 otros invitados que festejaron.
El catering incluyó un festival de mariscos nacionales e importados y deliciosas empanadas argentinas.
Una modelo que llevaba un vestido de cinco metros de ancho hecho de cupcakes fue uno de los momentos especiales de la fiesta.
La novia llevaba un vestido color manteca en satén de seda natural, corsage y breteles bordados íntegramente en piedras y cristales creado por el diseñador argentino
Jorge Ibáñez. Los zapatos eran de Lonté forrados con la misma tela del vestido. El novio estuvo vestido por Hugo Boss.
Los invitados recibieron de souvenir un LP con la historia de la pareja y 4 temas musicales.