"Estamos todos los argentinos haciendo un esfuerzo enorme por sacar al país adelante, pero hay todavía una buena parte de la política que quiere aferrarse al modelo de 'privilegios para pocos y pobreza para muchos' de los últimos 20 años. El pueblo argentino votó un cambio, y es nuestro deber cumplir con su mandato", afirmó Caputo en su cuenta de X.
Temor en las provincias
El BNA es, por lejos, el banco más grande del país. Posee 739 sucursales a nivel nacional y 17.403 empleados. Supera ampliamente a otras entidades bancarias privadas de gran presencia en el interior del país, como el Banco Macro, que tras comprar al Itaú quedó con 567 sucursales y 9192 empleados en todo el país.
La clave está en esos dos puntos: empleo y accesibilidad. Por un lado, el eventual cierre de sucursales de la entidad bancaria más grande del país implicaría la pérdida de puestos de trabajo formales, lo que afectaría a la población y, por consiguiente, a la administración pública del distrito, tanto en la parte económica como en la política.
Por otro lado, los especialistas afirman que no tener una sucursal del BNA en un distrito es un problema para los gobiernos provinciales porque, entre otras cosas, hay zonas a las que los bancos privados no llegan. Hay sectores que acceden a créditos y otros instrumentos bancarios a través del Nación, por lo que no tener una sucursal cerca les complica la rutina diaria.
Off the record, un operador de la City afirma que no hay relación alguna entre los impuestos municipales y las sucursales bancarias, por lo que sospecha que posiblemente, además de lo político, esto puede ser utilizado como una excusa para achicar la estructura, tal como lo han estado haciendo los bancos privados, reemplazando sucursales y empleados por tecnología.
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Primer caso
La amenaza de Milei implicaría el cierre de más puntos de atención de Banco Nación, ya que la medida empezó a aplicarse desde la semana pasada, con la clausura de nueve sucursales de la entidad en la provincia de La Pampa, donde el gobernador Sergio Ziliotto había dispuesto un alza de Ingresos Brutos a la actividad financiera.
No obstante, ayer Ziliotto dio marcha atrás al incremento del gravamen, cuya tasa pasaba del 7,5% al 15,5%, luego de que el Nación anunciara su decisión de cierre de sucursales en esa provincia y algunas entidades financieras privadas hicieran trascender que podrían tomar medidas similares.
Al retractarse, el gobernador peronista decidió aplicar la suba de la alícuota únicamente para el Banco de la Provincia de La Pampa, donde se incrementará de 15,47% al 20% por cuatro meses con el objetivo de recaudar los fondos que busca con las otras entidades, cuyo destino está vinculado a programas provinciales de asistencia social.
La amenaza de Milei de cerrar más sucursales en los distritos que aumenten las tasas municipales llegó luego de la retractación de Ziliotto, quien hasta ahora continúa a la espera de un pronunciamiento por parte de las autoridades de Banco Nación respecto a si también darán marcha atrás a la decisión del cese de actividades en las sucursales afectadas.